Envejecer no es un castigo, es un privilegio
Nada nos hace envejecer con más rapidez que el pensar incesantemente en que nos hacemos viejos. Georg Christoph Lichtenberg
La vejez es vista con miedo y hasta desprecio cuando se va acercando, no queremos que llegue y condicionamos nuestro estado con anterioridad previendo quizás el deterioro de nuestra vida, la pérdida de independencia, la limitación de nuestro cuerpo o el abandono de la lozanía que caracteriza la juventud.
Lo que casi todos albergamos son creencias negativas en cuanto a la vejez. Hoy en día las tendencias están cambiando y vamos entendiendo lo valiosos que somos portando cualquier cantidad de años.
El envejecimiento no tiene por qué ser el declive de nuestra salud, ni de nuestra vitalidad. Hábitos que nos ayuden a conservarnos son los mejores aleados para alcanzar hasta nuestro último día un estado de salud física y mental óptimo.
Aprender a ver la vejez
Lo más importante es cómo veamos nosotros la vejez, si la vemos como una limitación, muy probablemente será así. Si aprendemos a verla como una de las etapas más hermosas, en la cual contamos con la experiencia que nos ha dejado capa capítulo escrito, con las amistades que perduraron con el tiempo, con recuerdos y lo más importante que la veamos como un tiempo en el cual podemos dedicarnos a algo que amemos, sin pedir permiso, sin fabricar el tiempo.
La tragedia de la vejez no es que uno sea viejo, sino que uno es joven. Oscar Wilde
No importa la edad que tengas, mira la vejez con ojos del corazón, eso te permitirá llegar allí con la mejor actitud y te permitirá hacer un uso maravilloso de lo que te reste por vivir durante esta experiencia.
El todo está en que no la rechaces, porque incluso si eres indiferente a su llegada, pues de seguro la disfrutarás, solo sentirás un año más cada vez y notarás que todo es igual, pero en simultáneo muy distinto.
Nuestra vida es un ciclo y que ese ciclo sea largo y nos permita envejecer ya es un regalo. Un día más va siempre cargado con mil oportunidades, con mil cosas que hacer, con mil decisiones que tomar y eso no cambia durante la vejez… Quizás habremos madurado, pero allí estaremos dentro de ese cuerpo quizás un tanto marcado por los años, sintiéndonos jóvenes, incluso sintiéndonos niños y ojalá nuestros días se extiendan y podamos seguir sumando vivencias a nuestra historia personal.
Agradecer el privilegio negado a muchos
Muchos no tienen la oportunidad de llegar a envejecer, porque su alma decidió partir al tiempo que consideró. Utilizar por más tiempo este cuerpito para mí es un regalo que agradecería, este es mi transporte para explotar esta experiencia al máximo, sacarle el mayor jugo, ser feliz de muchas más maneras posibles, conocer una sola cosa nueva ya es un privilegio.
Si estás en esa edad dorada, disfrútala, que nadie te haga sentir menos valioso de lo que eres, pero sobre todo tú no te restes valor. Tienes mucho que dar, tienes mucho que contar y aun tienes mucho que escribir… Dentro de 10 años vas a desear tener la edad que tienes ahora, aun cuando te sientas ya mayor. La edad es solo un número, no permitas que te condicione.
Sácale ventaja, sácale provecho, utiliza las ofertas en boletos aéreos o en tren, toma los asientos preferenciales, entra a teatros con descuentos, cobra tu pensión, disfruta de lo que has cosechado hasta ahora. Pero no abandones sueños, no adelantes tu despedida en tu mente, sácale el jugo a cada día, incluso descansando si es lo que te apetece… No descuides tus amistades, ama a tu familia. Si tienes descendientes disfrútalos, enséñales cosas, nútrelos.
Si tienes personas mayores a tu alrededor, hónralos, escúchalo, ya enfrentaron mucho de la vida y aun andan por ahí, disfrutaron, lloraron, ganaron, perdieron… y siguen allí presentes, acumulando experiencias desde su recorrida existencia… dales mucho amor, ten paciencia y cuídales como si de un tesoro se tratara, porque justamente eso son.
Por: Sara Espejo – Reencontrate.com