Acepta la ansiedad y ella dejará de visitarte
La ansiedad, para quien padece de cualquiera de sus trastornos puede ser vista como muy terrible condición, con la capacidad de robar la calma y cualquier cosa parecida a una vida armónica. Quien ha vivido la experiencia, conoce las características de la ansiedad y cómo puede llegar a controlar vidas, en muchos casos limitando a sus “víctimas” a áreas de desenvolvimiento y relativa comodidad muy, pero muy pequeñas.
Haciendo las paces con la ansiedad
La intención de esta entrada es una invitación a hacer las paces con la ansiedad. Sí, parece contradictorio que pretendamos hacer las paces con algo que podemos odiar, con algo que ha cambiado negativamente nuestras vidas, con algo que desde que apareció no ha hecho otra cosa que llevarnos a menos y sabotear absolutamente todos los aspectos importantes de lo que podemos decir que nos queda de vida.
Sin embargo, por más contradictorio que parezca, para quien pretende vivir sin ansiedad, es crucial dar este paso, el de hacer las paces con ese “terrible victimario”… Y vamos a comenzar por romper justamente ese rol por parte de la ansiedad y tratar de entender su presencia en la vida de cada una de las personas que la llegan a conocer.
No vamos a pedirte que veas a la ansiedad como tu amiga, porque quizás no quieras seguir leyendo. Pero sí es de interés mayor que entiendas que cualquier rechazo, resistencia, evasión, etc, que puedas mostrar ante su presencia la hará fortalecerse… Porque la intención real de la ansiedad no es robar tu atención, ella no se siente la protagonista de la historia.
La ansiedad es tu mensajera
Ella ha venido, como vienen la mayoría de las enfermedades, de dolencias, etc, a darte una alerta. La ansiedad llegó a tu vida pare decirte: Hey no lo estás haciendo de la mejor manera, no le estás dando prioridad a lo realmente importante, estás dedicando tu tiempo a cosas que no tienen sentido, te estás desgastando en esa relación, no te estás dando prioridad, etc, etc, etc…
Evidentemente un ataque de pánico, en el cual sientes la muerte aparecerse frente a ti, donde tu corazón late a reventar, donde la respiración es todo menos fluida, donde tu visión es nublada y puedes asegurar que estás a solo un paso de abandonar esto que llamas vida, no es que sea la manera más cordial de advertirle algo a alguien… El cáncer, tampoco lo es, la diabetes, tampoco lo es, un ACV, tampoco lo es… Pero son algunas de las maneras que tiene nuestro cuerpo de alertarnos para atender los requerimientos de nuestra alma.
Si logramos dar el giro necesario, si logramos permitir en nuestra vida el bienestar, si nos conectamos con lo que le da sentido a nuestra existencia, en lugar de hacer lo contrario, las dolencias, las enfermedades, cualquier trastorno tiende a desaparecer.
Acepta tu ansiedad
Así que el mensaje que debes llevarte es que la ansiedad no es tu enemiga, lo más probable es que tú si hayas actuado como tu enemigo y la ansiedad solo viene a intentar que te reconectes con tu esencia. Acéptala, escúchala y de a poco indaga en cuáles son los cambios que necesita tu vida y verás como de a poco ella se va alejando, hasta que un día simplemente se habrá ido para siempre.
Y si en algún momento la ves pasar muy cerca, ya sabes que tu reacción no debe ser la de miedo, ya conoces su finalidad. Haz una pausa y determina si el camino que vas trazando es el que disfrutas paso a paso y te dirige hacia donde tu corazón quiere ir.
Imágenes cortesía de: Audrey Kawasaki
Por: Sara Espejo – Reencontrate.com
Es cierto! Hace varios años fui diagnosticada con depresión y trastornos de ansiedad, fueron años muy duros, también tuve ataques de pánico, pero gracias a Dios y la ayuda de médicos competentes,familia y amigos logré salir y hoy la ansiedad es sólo un mal recuerdo
Siento algo extraño EN la parteizquierdo de mi cuerpo ya llevo9 meses con ansiedad pero estos síntomas recién me han aparecido hace 3 días ayuda porfavor