Amo a esa gente medicinal, que su simple presencia alivia

Amo a esa gente medicinal, que su simple presencia alivia
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Así como hay personas que pueden representar para nosotros un verdadero drenaje energético, están aquellas que iluminan a su paso, que podemos tildar de gente medicinal, que no es que tengan que hacer mucho, pero representan un sinónimo de bienestar.

Junto a ese tipo de personas sentimos que más allá de lo que esté ocurriendo, tenemos un lugar en donde refugiarnos, con esa sensación de que todo estará bien, de que puede haber una tormenta afuera, pero justo allí, sintiéndonos cerca de ese alguien especial, todo está en calma.

Esas personas son muchas veces necesarias para todos y puede que para alguien la misma persona que para mí es luz, no sea más que oscuridad. Porque cada uno de nosotros puede ejercer un rol diferente delante de ojos distintos.

Ángeles en la tierra

Lo importante en todo caso es que cada quien en su vida, pueda contar con esos seres especiales, que a veces solo están en momentos estratégicos, como si de una especie de ángel guardián se tratase, que sabe en qué momento exacto debe hacer acto de aparición y qué estamos demandando en ese preciso instante.

Su intuición suele ir lejos y nos puede hacer ver cosas que sin ellos no seríamos capaces de ver. Nos guían con facilidad en procesos dolorosos, en los que demandan atención. A veces solo son un faro, que no se mueve, que simplemente alumbra, que solo guía, pero que sin ellos, no seríamos capaces de encontrar nuestro propio rumbo.

Y es que a veces, por no decir la mayoría de las veces, no necesitamos a alguien que nos resuelva las cosas, ni que nos rearme cuando estamos en pedazos. Simplemente requerimos que alguien esté allí acompañándonos en nuestros procesos, recuperándonos de nuestras heridas. Y no todo el mundo es capaz de hacer eso.

Algunos tienen las mejores intenciones, pero en su afán de ayudar nos rompen antes de tiempo el cascarón en el cual nos estamos transformando y terminan haciéndonos mucho mal. Pero esas personas que sin tener intervenciones evidentes nos ayudan a sanar, nos protegen de no caer, mientras vamos ciegos de dolor y se comprometen con nosotros de forma incondicional, sin esperar algo a cambio, merecen un especial reconocimiento.

Vibrar con la sanación

En la vida atraemos muchos tipos de personas, pero cuando esos seres que parecen tener la experiencia de los sabios están cerca, es porque desde lo más profundo de nuestra esencia estamos vibrando con nuestra sanación, con la calma de nuestro ser, con nuestra recuperación.

Cuando nos rodeamos de personas que nos roban la paz, que nos derrumban, que nos inyectan de la mayor toxicidad posible, estamos vibrando con esa energía, no estamos listos para sanar, ni para soltar y nos falta mucho que ver en sus espejos, para poder trabajar en nosotros y coenzar a atraer otro tipo de cosas.

Por eso cuando esas personas medicinales están o aparecen en nuestras vidas, podemos sentirnos afortunados, porque ello es una manera de atestiguar lo que nosotros mismos nos estamos dando. Ese amor que recibo de afuera, no es más que la muestra del amor que me doy a mí mismo.

Entendamos que nadie está presente en nuestras vidas por casualidad, sino son un reflejo de lo que llevamos dentro. Mira a tu alrededor y responde: ¿qué abunda? ¿qué tipo de personas te rodean? ¿es el conflicto o la paz lo que predomina? A veces nos cuesta mirar hacia adentro, pero podemos mirar afuera y entender que es el reflejo de que aquello que ocurre en nuestro interior.

Ama a esas personas medicinales, porque son el reflejo de tu intención de sanar.

Por: Sara Espejo – Reencontrate.com


Sara Espejo