Aceptación… Se dice más fácil de lo que se logra. Si nos percatáramos de la frecuencia con la que perdemos la paz con cosas que no podemos cambiar, quizás nos podríamos firmemente proponer generar ciertos cambios en nosotros que nos mantuviesen alejados de esos estados de sufrimiento innecesarios.

Muchas veces no podemos negar que algo nos afecta, pero debemos ser capacees de entender que si se escapa de nuestras manos el modificar la situación, aun cuando podamos sentirnos tristes, molestos, frustrados, desesperados, aquello que nos afecta no va a cambiar, no va a mejorar.

Nuestra actitud es la que nos va a librar de los malos ratos o nos va a sumergir en ellos. Sí, es frustrante querer algo de una manera y que no esté en nuestras manos obtener ese resultado. Pero amargarnos la vida, no nos va a ofrecer un resultado distinto, seguiremos probablemente en el mismo marco, afectados por la misma situación, pero desgastados considerablemente por la manera en la que hemos afrontado la situación.

Mecanismos para aceptar

Conectar con el presente

Muchas veces estamos ansiosos por algo que deseamos que ocurra y no somos capaces de estar en el momento presente, haciendo del mismo algo grato, disfrutándolo, viviéndolo tal y como es. Si dejamos de tener la mente ocupada en aquello que deseamos con impaciencia, nos perdemos del presente, no nos acercamos a donde queremos estar y nos conectamos con una energía que nos va hacer sintonizar con experiencias desagradables. Mantengámonos en el aquí y ahora, la mayor parte del tiempo y comprobemos que el mayor provecho lo obtenemos es del presente.

Entender que hay cosas que no podemos cambiar

Nos guste o no, hay cosas que no podemos modificar y de alguna manera podemos sentirnos atados de pies y manos. Pero negarnos o resistirnos nos hace frágiles, nos hace propensos a quebrarnos o estancarnos en una posición que no nos permite fluir o avanzar en un proceso.

Rescatar los aspectos positivos

Quizás no sean simplemente evidentes, pero detrás de cada situación que podemos llamar lamentable, siempre hay factores que podemos colocar del otro lado de la balanza. Tomarnos el tiempo de identificarlos nos puede hacer entrar en reconciliación con aquello con lo que quizás no sentimos paz. Cuando cambiamos la manera en la cual vemos las cosas, cuando decidimos enfocarnos en aspectos positivos, las cosas comienzan a cambiar para bien o al menos a no afectarnos con la misma intensidad.

Soltar las expectativas

Nos duele que las cosas no sean como las esperamos… Pero y si dejamos de esperar, si dejamos de pensar que aquello que nosotros consideramos el mejor resultado, no es tal… Hay infinitas posibilidades, lo cual hace factible situaciones que quizás ni siquiera somos capaces de imaginar. Aprendamos a soltar las expectativas, a dejar ir la necesidad de controlar y a fluir con las experiencias que se nos presentan…

Sí, la vida puede parecernos a veces rara e indescifrable, pero al final todo parece tener sentido. No sabemos a ciencia cierta si es un rompecabezas prediseñado o si vamos creando cada pieza aleatoriamente, pero cómo nos sorprendemos con el resultado final. Somos artistas creando nuestras vidas.

Restemos sufrimiento y agreguemos disfrute, a veces no tenemos tan claro cómo disfrutar en ciertos momentos, pero comencemos con la intención, siendo responsables de nuestro bienestar y tratando de dejar de lado todo aquello que sabemos que nos está generando peso mental. Eso que se te cruza por la mente y enseguida te borra la sonrisa, te hace sentir un vacío desagradable en el área abdominal, te acelera el corazón y no de la manera divertida, réstale espacio… Deja de identificarte con esos pensamientos y sustitúyelos por otros que te den paz.

Aprendamos a darle un mejor uso a nuestra mente… Más aceptación, menos sufrimiento.

Por: Sara Espejo – Reencontrate.com

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