¿Cómo aumentar la inteligencia emocional? Prácticas para aprender a vivir plenamente

¿Cómo aumentar la inteligencia emocional? Prácticas para aprender a vivir plenamente
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Durante la última década, la inteligencia emocional ha atraído mucha atención como una forma de vivir plenamente. Los estudios han demostrado que la alta inteligencia emocional está asociada con la satisfacción en las relaciones, hace que las transiciones propias de la vida sean más suaves, influye en el éxito profesional y predice el rendimiento en tareas cognitivas mejor que la inteligencia general.

Así que no es mala idea preguntarte cómo puedes incrementar o mejorar tu inteligencia emocional para prosperar tanto en el trabajo como en tu vida personal.

¿Qué es la inteligencia emocional?

La inteligencia emocional, o EQ, significa ser consciente de tus emociones y las de los demás, y ser capaz de controlar tus propias emociones. También mide cómo te llevas en tus relaciones. Los cuestionarios que miden la inteligencia emocional evalúan principalmente cinco cosas:

  • Autoconciencia: reconocer tus propios sentimientos. Por ejemplo, “Me siento aprensivo o enojado”.
  • Manejar las emociones: manejar tus propios sentimientos con equilibrio y comprender lo que hace que te sientas como te sientes.
  • Automotivación: usar tus emociones para promover tus objetivos. La automotivación también implica ser capaz de controlar tus emociones y la capacidad de retroceder y pensar antes de actuar impulsivamente.
  • Empatía: sensibilidad a las emociones de los demás y poder ponerse en el lugar de los otros.
  • Relaciones: habilidades sociales y adecuación social.

¿Se puede medir la inteligencia emocional?

Para medir la inteligencia emocional, una persona completa una evaluación autoinformada, o un tercero que conoce bien a la persona contesta preguntas sobre cómo se puede comportar la otra persona en ciertos escenarios. También hay evaluaciones basadas en el desempeño, que hacen que las personas respondan cómo reaccionaron en ciertos escenarios o cómo se comportarían en escenarios imaginados.

Si te interesa, algunas de las evaluaciones de inteligencia emocional más utilizadas incluyen la Prueba de IE de Mayer-Salovey-Caruso (MSCEIT) y el Inventario de cociente emocional (EQ-i). Estas están disponibles para la compra en diversos sitios web. También puedes pedirle a tu médico o terapeuta que te administre la prueba. Y seguro ya has hecho alguna, pues diversos empleadores utilizan las pruebas de inteligencia emocional como una herramienta de detección.

¿Por qué todos debemos trabajar continuamente en la fuerza mental?

La capacidad de controlar nuestras emociones tiene un impacto inmenso en la forma en que manejamos cada área de nuestra vida. Las personas mentalmente fuertes tienen más éxito en el trabajo, en las relaciones y en los ambientes académicos.

Pero vayamos a la parte práctica de este asunto, y veamos algunas estrategias para trabajar la inteligencia emocional.

Gestiona tus miedos y sé inteligente emocionalmente

¿Cómo mejorar tu inteligencia emocional?

1. Practica identificando tus emociones

Identificar tus emociones y llevar un registro puede revelarte cómo tus sentimientos pueden estar afectando tus pensamientos sobre una situación.

“Aunque los sentimientos afectan cada decisión que tomas, la mayoría de las personas no dedican el tiempo necesario a pensar en cómo se sienten”, dice Amy Morin —psicoterapeuta y profesora de psicología, autora de 13 cosas que las personas mentalmente fuertes no hacen. “De hecho, a menudo se sienten más cómodos diciendo cosas como: ‘Tenía mariposas en el estómago’ o ‘Sentía un nudo en la garganta’, en lugar de decir ‘Me sentía ansioso’ o ‘Me sentía triste’”.

2. Limita tu tiempo frente a la pantalla

Los estudios han demostrado que el tiempo que pasamos frente a las pantallas hace más difícil conectarse con las propias emociones y las de terceros. Por ello, es recomendable hacer una desintoxicación digital de vez en cuando para conectarnos con nuestra voz interior, sin mediación ni distractores. Visita a esa amiga que tienes tiempo sin ver, será un regalo para ambas.

3. Dedica unos minutos a pensar cómo se sentirá otra persona

Es muy importante plantear alguna situación que te permita ponerte en el lugar de otra persona.

Por ejemplo, Morin recomienda que en vez de saltarte una discusión e interrumpir a alguien con quien no estás de acuerdo, te enfoques en desarrollar una mejor comprensión de cómo se siente la otra persona. ¿Cómo se logra esto? Prestando mucha atención a los estados emocionales del otro. Prueba si puedes reconocer cómo se siente alguien y cómo es probable que esa emoción influya en la percepción y el comportamiento de esa persona.

4. Asume toda la responsabilidad de cómo te sientes

Otra cosa grandiosa que puedes hacer para incrementar tu inteligencia emocional es no dejar tu poder en manos de otros. Eres tú quien tiene el control de cómo te sientes y cómo reaccionas ante las cosas. No dejes en manos de otros la responsabilidad de tu bienestar. Por ejemplo, en lugar de culpar a tu compañero de trabajo que siempre te hace enojar, considera qué pasos puedes tomar para calmarte y evaluar la situación. O si eres de los que culpa a su mamá por hacerte sentir mal contigo mismo, concéntrate en trabajar en tu autoestima. Se trata simplemente de asumir tu responsabilidad.

5. Aprende a aceptar tus emociones

Ya sea en la escuela, en el lugar de trabajo o incluso con la familia, con demasiada frecuencia a las personas se les enseña directa o indirectamente a suprimir sus emociones. Hay una actitud social de que las reacciones emocionales indican debilidad. Y en esto debemos ser tajantes: esta es una idea que hay que rechazar.

Por supuesto, hay una diferencia entre tener una reacción emocional apropiada y una inapropiada, como atacar a un compañero de trabajo. Eso no es trabajar tu inteligencia emocional. Hay una diferencia entre una demostración pública de emoción y honrar y procesar cómo te sientes, ya sea en privado o con amigos o seres queridos de confianza. Cuando tengas una respuesta emocional inadecuada, como un resentimiento abrumador o una vergüenza, reconócelo y enfrenta de manera apropiada la situación.

6. Gestiona tus miedos

Cuando quieres un resultado, es fácil entrar en una mentalidad del “todo o nada”. “Estaré muy contento si logro entrar en la universidad que escogí; mi futuro se arruina si no lo logro”, por ejemplo.

Especialmente cuando ciertos aspectos están fuera de tu control, reducir tus miedos imaginando resultados alternativos es una buena estrategia. Por ejemplo: “Al principio parecerá una decepción, pero sé que las universidades que planteé como segunda y tercera opción me abrirán muchas puertas.

7. Pon un poco de espacio entre el escenario y tu reacción

Cuando estás en una conversación difícil, no sientas la necesidad de llegar a una resolución de inmediato. Discúlpate educadamente para recoger tus pensamientos.

Cosas que puedes probar:

  • Dar un paseo.
  • Llamar a alguien para pedirle consejo, siempre que el asunto no sea privado.
  • Lavarte la cara o da un paseo para refrescarte, literal y figurativamente (enfriar la temperatura de tu cuerpo reduce el estrés).
  • Escribir sobre el escenario para organizar tus sentimientos.
  • Ensayar una respuesta tranquila.
  • Hacer un ejercicio de respiración.

Cuando estás en pánico, tu organismo activa el modo de lucha o huida, y el pensamiento racional se va al asiento trasero. El objetivo es crear la distancia suficiente para salir del modo de lucha o huida y recuperar el pensamiento racional. No es algo fácil, muchas veces es arduo, pero vale la pena hacerlo hasta lograrlo.

Aprende a aceptar tus emociones y a procesarlas

8. Inicia una práctica de meditación y también de gratitud

Hay mucha evidencia y estudios de que la meditación aumenta la inteligencia emocional. Si la meditación reduce el estrés general y te ayuda a aprender a reconocer tus pensamientos, por supuesto que puede ayudar. Se necesita algo de práctica, pero el trabajo constante da muy buenos resultados. Hay aplicaciones para empezar a meditar que pueden guiarte en un principio.

La gratitud puede ayudarte a replantear tus pensamientos y ayudarte a ver lo positivo en cada escenario. Si practicas la gratitud cuando te sientes neutral, serás mejor en aplicarla cuando las emociones aumenten o quieran salirse de control.

Empieza a conocer tus emociones

No necesitas revisar tu vida de principio a fin y asumir cada nueva práctica el día de mañana. Notarás una diferencia solo al aumentar tu conocimiento e incorporar intencionalmente una o dos prácticas nuevas para incrementar tu inteligencia emocional. Usa cada situación difícil como una oportunidad para mejorar en el manejo de tus emociones.


Lourdes

2 thoughts on “¿Cómo aumentar la inteligencia emocional? Prácticas para aprender a vivir plenamente

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