Creo que todos en algún momento de nuestra vida, hemos sido testigo de la opinión que alguien ha dado acerca de nosotros. Y eso nos ha llegado a afectar en más de una oportunidad.

Lamentablemente la gente cae en ese error, de dar una opinión cuando nadie se la ha pedido. Por lo tanto me parece una falta de respeto y además una actitud intrusiva hacer un comentario respecto a alguien que quizás no conocemos muy bien, y aun conociéndolo, debemos guardar silencio y ser lo más prudente posible, ya que a nadie le gusta que terceras personas cuestionen su manera o forma de vivir, y más aún si lo hacen de manera destructiva.

Pero lo importante aquí es hacer caso omiso a esa opinión desagradable que emiten los demás acerca de nosotros. Dice un dicho por allí “que no podemos evitar que las aves vuelen alrededor de nuestra cabeza, pero si podemos evitar que hagan nidos en ella”, es decir, nunca vamos a evitar que la gente opine o comente algo acerca de nosotros, pero sí podemos evitar que esos comentarios no nos afecten ¿y de qué manera lo podemos hacer? no alimentando los mismos.

¿Cómo ser libre de la opinión de los demás?

Y bien, como había mencionado en el párrafo anterior, no podemos evitar que los demás digan un mal comentario acerca de nosotros, pero si podemos evitar que este nos afecte. Lo ideal es que no alimentes eso, pensando y analizando todo el tiempo en lo que te dijeron, porque eso hace que te afecte más y dañes tu corazón.

En cuanto a mi propia experiencia, siempre lo práctico y me resulta bastante bien. Cada vez que alguien me dice algo que no me agrada, lógicamente me afecta en el momento porque es algo que no esperaba y aparte soy humana, pero luego pienso en que no es sano y lo alejo de mi mente, no pensando más en eso y dejándolo en el olvido.

A continuación, te brindaré ciertas herramientas para que la opinión de los demás no pueda afectarte.

1- No eres monedita de oro:

Así es, no eres una moneda de oro para caerle bien a todo el mundo. Por lo tanto debemos aprender a aceptar que no podemos gustarle a todos. Un ejemplo de ello es Jesucristo, siempre le hizo bien a la humanidad y aún así tuvo muchos enemigos. Entonces que eso no te debilite sino más bien que te fortalezca.

Si usted no anda haciéndole daño a nadie y no anda en conflictos con nadie, cumple con sus funciones, responsabilidades, no anda en chisme ni juzgando, todo está bien. Así que eso no debe quitarte el sueño. Por lo tanto ámate, admírate, y siempre muéstrate un buen prójimo para con otros.

2- Vive tu vida de la mejor manera:

No puedes vivir en base a las expectativas de otros. Eso jamás funciona y aparte no es vida. Siempre busca vivir de la mejor manera, no dañando a nadie y teniendo buena actitud ante los demás y ante las dificultades que se te pudiesen presentar en la vida.

3- Disfruta de aquellos que sí te aman:

Referente a este punto, te impulso a que inviertas tu tiempo con aquellas personas que te aman, que si te valoran, que siempre van a estar para ti a pesar de todas las cosas y defectos que puedas tener.

No pierdas tu tiempo pensando en que dijo aquel de mí, o a aquella no le gustó lo que hice o dije. ¡Créeme! intentar complacer a todos es desgastante y te lleva al fracaso.

4- Considera las opiniones de confianza:

Esto hace referencia a que tomes en cuenta todas aquellas opiniones que provienen de tus padres, hermanos, tíos cercanos y amigos íntimos, ya que son personas que siempre van a querer desearte lo mejor. Así que sus consejos u opiniones siempre valdrán la pena escuchar y tomar en cuenta. Por lo tanto rechaza todos aquellos comentarios que vienen de personas que no construyen ni aportan nada en tu vida.

5- Damos lo que recibimos:

Cada persona va a proyectar en otras lo que guarda dentro. Si una persona que hizo un comentario destructivo acerca de ti, quiere decir, que posiblemente tenga algún trauma del pasado y eso lo refleja hacia los demás. Tú procura hacer el bien siempre sin mirar a quien, y da todas esas cosas buenas que posees dentro de ti.

6- Trata a los demás como te gustaría que te traten:

Y ya para concluir, trata a los demás como te gustaría que te traten. Si no nos gusta que los demás se metan en nuestra vida, procuremos no hacerlo tampoco nosotros. Porque muchas veces exigimos y exigimos pero no nos autoanalizamos y vamos tratando a otros como mejor nos parezca y eso tampoco debe ser así. Ante todo hay que mantener una balanza. Si exigimos respeto, respeto debemos dar.

Y bien, hasta aquí este post. Me despido no sin antes recordarte que aquí, en reencontrate.com, cuentas con diversos talleres y cursos orientados a tu crecimiento personal y espiritual. No dudes en suscribirte a ellos y sácales el mayor provecho posible.

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Sin más que agregar, un saludo.

Por: Sarai Romero ∼ reencontrate.com