Elige siempre tu salud mental, así tengas que alejarte de personas que quieres
Existen personas cuya presencia agota hasta al más paciente de los seres humanos. Y sí, te hablo de individuos que roban nuestra buena energía y acaban con nuestro buen humor.
Su capacidad de destruir el bienestar ajeno y la paz interior de los demás es tan única que hace que enfermemos de forma emocional y hasta que nuestra propia capacidad de tener empatía se vea afectada.
Sin embargo, quiero que sepas algo…
Alejarnos de las personas conflictivas, aquellas que por lo general son pesimistas, problemáticas y que viven todo el tiempo creando dramas o peleas, mejora nuestra salud mental, emocional y espiritual.
De eso precisamente quiero hablarte el día de hoy, pues quiero que aprendas a desprenderte y a alejarte de aquella gente que sientes afecta tu bienestar mental.
Toma distancia de la gente conflictiva
Uno de los rasgos más importantes que debes saber reconocer en las personas conflictivas es su tendencia a no valorar a los demás. Es decir, ven a los otros como si fueran piezas de ajedrez que pueden mover a su antojo e interés.
Las personalidades de estos individuos van muy ligadas al mal carácter y sus conflictos internos son herramientas que usan para mantener a otros condicionados y atrapados en sus propios temores y prejuicios.
Son personas a las que les cuesta aceptar y respetar a los demás y, cuando conviven con nosotros, buscan privarnos de nuestra libertad, e incluso hasta de nuestra forma de expresarnos. En otras palabras, no viven ni dejan vivir.
En serio, tienes que tener cuidado. De lo contrario, estas personas sabotearán tu crecimiento y, sobre todo, tu bienestar. Es tanto así que si terminas siendo presa de su mal actuar, puede llegar el punto de que te conviertas en alguien igual a ellas.
¿Y te imaginas llevar una vida en donde solo tenga lugar el enfado, el pesimismo, la victimización, la culpa y la queja constante?
No creo que eso sea muy conveniente que digamos. Por eso, la única forma a la vista de resolver esto, es alejarse de esas personas conflictivas.
Ahora bien…
¿Qué ocurre cuando esas personas son familiares, amigos o compañeros de trabajo?
Cuando se trata de gente que está dentro de nuestro círculo social más importante como nuestros padres o hermanos, amigos, jefes o compañeros de trabajo, lo ideal es, paso a paso, tomar distancia, o bien usar una herramienta poderosa llamada: distanciamiento emocional.
Si en nuestra vidas existe una persona importante que nos hace mal, bien sea con sus creencias, prejuicios, o incluso con sus buenas intenciones (sabemos que hay personas que quieren nuestro bienestar pero terminan creando malestar), es importante mantener una distancia emocional con ellas.
Me refiero a romper el patrón cuando esta persona está a punto de meterse en su papel de víctima o trata de culparnos a nosotros de algo que es claro le concierne a ella. La base está en romper el círculo vicioso negativo que nos lleva a tener conflictos con aquel individuo. Y se trata también de saber identificar lo que hará, anticiparnos a sus reacciones, y preparar estrategias para contrarrestar sus acciones. Una de estas estrategias que, por cierto, me ha servido mucho, tiene que ver con decir “No”.
“Si una persona conflictiva nos quiere a fuerza vender la idea de que su percepción de la realidad es cierta, nosotros debemos entonces ser fuertes y ser fieles a nuestra propia percepción de la realidad”.
Las personas conflictivas en el interior querrán dominar tus emociones, opiniones y doblegar tu voluntad hasta el punto de querer pensar por ti. Sin embargo, tu capacidad de decir “no” será la clave. Te pongo ejemplos de lo que puedes expresar:
- “No creo lo mismo que tú”.
- “… Y no veo las cosas como tú las ves”.
- “No me siento identificado con lo que dices”.
Decir esto, cada vez que así lo sientas, te hará bien y evitará que caigas en el juego negativo de las personas conflictivas.
Evita sentir culpa
Dejar ir a las personas conflictivas o alejarnos de ellas, puede que genere culpa en nosotros.
Por ejemplo, si queremos dejar la casa, nos entra la culpa de que abandonamos a nuestros padres y, en su lugar, preferimos revertir la acción porque no queremos lastimarlos, en vez de salir y buscar lo que realmente queremos, y que hasta puede ser beneficioso para ambos.
Lo que quiero que entiendas es que no debes sentir miedo a hacer valer tu postura. Si crees que has hecho un buen trabajo y tu jefe te refuta que lo hiciste mal, pues no tengas miedo en defender tu posición.
En suma, si una persona importante para ti, trata de culparte de algo que claramente nada tiene que ver contigo, no tengas miedo de exponer tu punto. Exprésate con claridad y sin barreras, eso sí, respetando siempre a los demás.
Hacer esto te hará libre, porque sabrás que la persona conflictiva ya no tendrá poder sobre ti.
Por último, recuerda…
“Elige siempre tu salud mental, así tengas que alejarte de personas que quieres…
Aprende a quererte más a ti”.
Y bien, hasta aquí esta corta reflexión. Por ahora me despido, pero eso sí, no sin antes recordarte que aquí, en reencontrate.com, cuentas con diversos talleres y cursos orientados a tu crecimiento personal y espiritual. No dudes en suscribirte a ellos y sácales el mayor provecho posible, sobre todo, para conseguir bienestar.
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Sin más, un saludito.
¡Hasta la próxima!
Por: Adrian Alberto ∼ reencontrate.com