Intentar complacer a todos es desgastante y te lleva al fracaso
Es francamente desgastante intentar complacer a todos, y eso precisamente es lo que muchos hacemos la mayoría de las veces y sin darnos cuenta! Llega un momento en el que nos sentimos realmente agobiados, y es allí cuando nos detenemos a preguntarnos ¿Qué me está pasando?
Pues simplemente es que intentas complacer a todos, y aparte de ser algo imposible, resulta un camino directo hacia la infelicidad.
Liberarnos del yugo de la aprobación de los demás es el camino certero hacia las relaciones sanas.
¿Por qué estás tan preocupado por “complacer a la gente”? ¿Las personas a las que intentas complacer están haciendo lo mismo por ti?
Haciendo referencia a este importante tema, no podemos dejar de mencionar a un libro novedoso que ha dado la talla tanto en Japón como en los Estados Unidos. Se trata del bestseller “Atrévete a no gustar“, donde desarrolla interesantes conversaciones entre los autores: Ichiro Kishimi y su discípulo Fumitake Koga.
El título de éste libro nos arroja una luz sobre un tema que preocupa mucho a los psicólogos: ¿Por qué resulta tan difícil ser auténticamente feliz?
Deja de complacer a todos y sé tu mismo:
De acuerdo a los análisis de Alfred Adler, destacado médico y psicoterapeuta austríaco, los problemas tienen su origen en las relaciones entre los seres humanos. La única forma de liberarnos e nuestros “problemas” es vivir solos en el mundo. Los seres humanos tendemos a fallar al tratar de mantener la armonía, o al intentar entender a los demás. Peor aún, no logramos entendernos ni a nosotros mismos.
Todos los problemas que tenemos se originan dentro de nuestras relaciones interpersonales.
Comportarnos de una manera u otra para obtener el aprecio o reconocimiento de los demás, nos convierte en esclavos. Es un camino certero para una vida de fracasos y decepciones. De todas maneras, es un hecho que por mucho que nos esforcemos, nunca vamos a lograr gustarle a todo el mundo.
La mayoría de la gente vive de manera egoísta, queriendo destacar y llamando la atención de los demás. Así que, por más grande que sea nuestro empeño en agradar a todos, siempre vamos a sentir el rechazo ajeno, porque precisamente la falta de carácter es algo que nadie soporta.
Partiendo de esa premisa, resulta liberador entender que no necesitamos agradar a nadie más que a nosotros mismos.
Libérate del peso que no te corresponde
Muchas veces cargamos con el peso de intentar mantener contentos y complacidos a nuestra familia o seres queridos. Esto no puede ser más desgastante! Asumimos cargas que no nos corresponden sólo por cumplir las expectativas que los demás tienen, y nos olvidamos de lo que nosotros esperamos de nosotros mismos.
Nuestra vida se convierte en un calvario de conflictos cuando intentamos “ayudar” y asumir las tareas de los demás. Esto nos lleva a una vida de sufrimientos y enfermedades, ya que al no estar en paz con nosotros mismos, vamos generando malestar emocional y físico.
El proceso de liberación es sencillo, pero debe ser tajante. La comunicación es fundamental. “A partir de aquí, me desligo de estas tareas que no me corresponden” Mantente firme en tus límites.
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Aligera tus cargas y simplifica tu vida
Seguramente, la primera vez que definas tus límites te sentirás ansioso, y las caras de sorpresa y desagrado de los demás, te van a latigar. Pero créeme, es necesario mantenerse firmes y no ceder.
A la larga, esta actitud hará que los demás comiencen a respetarte, y tus relaciones serán más auténticas. Comenzarás a rodearte de personas que no te usan y realmente te valoran. Personas que te aman por lo que eres y no por lo que les puedas dar.
7 Consejos para dejar de complacer a todos:
Sentarse a orar para que las personas comprendan cuánta presión ejercen sobre ti, o esperar que algún día disminuyan sus demandas, drama y urgencias constantes, ¡es inútil!. La única manera auténtica de salir del dilema de agradar a la gente es comenzar a tomar conciencia de tu propio mundo interno. Reconocer que la única persona a la que puedes cambiar es a ti mismo.
Deja de complacer a las personas y comenzar a vivir la vida bajo tus propios términos y condiciones.
1.- Vuélvete consciente de ti mismo.
Los mayores cambios comienzan cuando nos observamos a nosotros mismos con interés y respeto, en lugar de juzgarnos o negar nuestro sentir. Cuando integramos nuestros pensamientos y sentimientos a la conciencia, tenemos la oportunidad de aprender de ellos, en lugar de reaccionar inconscientemente a ellos. Así aumentamos nuestra conciencia de la realidad al estar dispuestos a encontrar nuestras verdades personales.
2.- Date cuenta de que “hacer demasiado” duele, en lugar de ayudar.
La salud de tus relaciones depende de tu voluntad de cuidarte y ser fiel a ti mismo. Cuando haces demasiado por los demás, funcionas en exceso en tus relaciones, lo que inevitablemente lleva a otros a funcionar deficientemente. Aunque tus intenciones sean buenas, en última instancia obstaculizaron la eficacia general de tus relaciones.
3.- Comprende la importancia de ser auténtico.
Acepta el hecho de que todos somos individuos únicos. Deberíamos poder actuar con autenticidad y conectarnos con quiénes somos y lo que valoramos, en lugar de hacer siempre lo que los demás quieren.
4.- Aprender a dejar ir.
Si estás atrapado en el pasado y no puedes dejar de lado las cosas que te sucedieron, es probable que estés aceptando lo que tus abusadores, acosadores u otras personas negativas en tu vida creen sobre ti.
Permanecerás aprisionado por ellos, nunca podrás acceder a todo tu potencial, si no aprendes a dejarlo ir. Deja de lado todas las cosas odiosas que la gente te dice, y que te generan miedo a la desaprobación de los demás.
5.- Ten en cuenta que evitar problemas no promueve el crecimiento.
Cuando surgen problemas en nuestras vidas, tendemos a reaccionar tratando de deshacernos inmediatamente de ellos y de los sentimientos que traen consigo. Intentar todo lo que está a tu alcance para evitar experimentar incluso la más mínima incomodidad y dolor, solo alimenta ese impulso de complacer. Cuando evitamos nuestros problemas y tratamos de deshacernos de ellos de inmediato, solo empeoraremos las cosas para nosotros en el futuro.
6.- Empieza a navegar por la ansiedad.
Cuando tomamos decisiones basadas en la ansiedad, no estamos siendo fieles a lo que realmente queremos. Actuamos impulsivamente, basándonos en el instinto, lo que inevitablemente nos hace experimentar más ansiedad en nuestras vidas.
Cuando aprendas a manejar mejor ese impulso instintivo de agradar, te encontrarás con una base más sólida en tus relaciones con la familia, los amigos y sobre todo contigo mismo.
7.- Aprende a aceptarte a ti mismo.
La autoaceptación es un proceso en constante evolución, y depende de cada uno de nosotros poner en marcha ese proceso. Una vez que aprendas y aceptes tu valor, puedes comenzar a asumir el proyecto de convertirte en tu mejor yo.
Sé auténtico. Aquellos a quienes no les gusta quién eres, o que se ofenden fácilmente, se alejarán rápidamente. Las personas con las que te quedarás serán aquellas que no sean tan sensibles, que puedan ver las cosas desde otro punto de vista y que sean personas verdaderamente conscientes y tolerantes.
Es mejor tener algunos buenos amigos con una relación auténtica que muchos amigos casuales alrededor de los cuales tienes que caminar sobre huevos ¡Calidad sobre cantidad!
Nunca es demasiado tarde para vivir una vida libre, una que finalmente esté bajo tus propios términos. ¡Sal de la trampa de intentar complacer a todos! Encuentra formas de cambiar tu perspectiva y date cuenta de lo inútiles que son tus intentos de comportarte de cierta manera para hacer felices a los que te rodean.
Por: Loubna Hatem ∼ reencontrate.com
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