No podemos forzar a alguien a que nos valore, a que vea en nosotros todas las cualidades que tenemos. No podemos darle un libro y explicar allí lo maravillosos que somos y cómo queremos ser tratados, quizás esto sí podríamos hacerlo, pero quizás no sería tan práctico.

Pero hay muchas cosas que sí podemos hacer, de cara a la otra persona y de cara a nosotros mismos.

De cara a la otra persona

De cara a la otra persona, no tenemos que quedarnos callados cuando sentimos que actúa de manera inapropiada, cuando nos falta el respeto, nos ignora o no nos trata de una manera en la cual nos podemos sentir cómodos. Podemos dejar clara nuestra incomodidad, podemos hacer un planteamiento de lo que esperamos recibir y establecer ciertos límites.

Sabemos que hacer ese tipo de planteamientos muchas veces es estéril, lo cual resultará alentador para quien aún no se atreve a mostrar su inconformidad en cuanto a lo que está recibiendo en una relación. Sin embargo, el hacerlo nos reconcilia un poco con esa parte de nosotros que nos dice que no permitamos que alguien nos trate mal, nos minimice o nos reste valor.

Algunas personas están tan perjudicialmente para ellas, que no se dan cuenta de que las tratan mal, son personas que a lo largo de su vida, han estado expuestas a situaciones en las que la carencia afectiva han estado presentes y se han sumergido en un espiral descendente donde su autoestima se ve cada vez más disminuida y con ello siguen atrayendo a más personas y situaciones que sintonicen con ese nivel de amor propio.

Asumiendo que nos damos cuenta, que no nos genera placer estar en una situación en donde alguien que en especial es importante en nuestras vidas, no nos valora. Debemos entender que el problema nunca está en el otro. El problema es interno, es cómo nos vemos a nosotros mismos, qué nos damos y qué esperamos de los demás.

No se trata de ajustar al otro – De cara a nosotros mismos

Se trata de ajustarnos a nosotros mismos, valorándonos y cuidándonos en tal medida que si alguien viene a darnos menos de aquello con lo que nos sentimos cómodos, lo detectemos enseguida, no nos parezca normal y tomemos acciones asociadas.

Si yo me maltrato, difícilmente vendrá a alguien a darme un amor de calidad. Pero si yo cambio o si soy capaz de amarme, no buscaré afuera la aprobación de otros o el cariño de otros. Esto llegará a mi vida con fluidez, porque estará en sintonía con lo que soy y con lo que siento.

Relaciones inadecuadas

Solemos pensar que las relaciones inadecuadas las tenemos con los demás, cuando realmente las atraemos por el tipo de relación que llevamos con nosotros mismos. Esa es la relación foco, la que debemos ajustar, la que realmente nos va a garantizar que sabremos qué hacer si es que nos llegamos a tropezar con alguien que no esté en el mismo marco, porque normalmente dejaremos de vibrar con ello.

No tendremos que hacer mucho para acercarnos o alejarnos de las personas, quien esté en sintonía se sentirá atraído. Así que nuestra función es ajustar las cosas dentro, sentirnos cómodos con quienes somos, sentirnos capaces, brillantes, únicos, entregados… Con todas las cualidades que podamos reconocer, para que venga alguien capaz de hacerlo también.

Date a ti mismo y los demás lo que esperas recibir y la vida coherentemente, traerá eso a tu vida. Solo abre los ojos a ver el maravilloso ser que eres para que lleguen a tu vida quienes puedan también verlo.

Por: Sara Espejo – Reencontrate.com

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