¿Alguna vez escuchaste hablar de la ley de la atracción?

Para que tengas una idea, es lo que llamo “efecto búmeran”. En pocas palabras: lo que lanzas al Universo, siempre vuelve.

Es bueno tener en cuenta el poder que tienen nuestros pensamientos, nuestras emociones y nuestras actitudes.

El poder de los pensamientos

Los pensamientos vienen a ser algo así como una forma de energía: atraigo lo que pienso. Si pienso en positivo, atraeré una energía positiva. Por el contrario, si pienso cosas negativas, la energía volverá a mí de forma negativa.

Esta energía no siempre vuelve en el momento en que la necesitamos. Muchas veces tanto nos concentramos en querer algo y ese “algo” no estaría siendo lo mejor para nosotros y el Universo lo sabe. Hay que estar atentos porque, con toda seguridad, se va a manifestar de otra manera.

Muchas veces nos quejamos de tener “mala suerte” y no pensamos que esto es lo que estamos atrayendo con nuestros pensamientos negativos.

A veces nos suceden cosas que no comprendemos y no sabemos por qué suceden. ¿Nunca les pasó tener una “mala racha” en que un día se rompe algo en la casa, y al otro día se rompe otra cosa y así sucesivamente?

Y nos preguntamos… ¿qué pasa que todo se rompe? Pero ¡qué mala racha! Pues entonces, es hora de revisar nuestros pensamientos y ver en qué nos estamos equivocando.

También sucede con las emociones

“Así como piensas, sientes; así como sientes, vibras; así como vibras, atraes”. Anónimo

De acuerdo a la ley de atracción, la gente alegre y feliz suele atraer a personas alegres y felices. Seguramente escuchaste que es frecuente decir buena vibra. Todos vibramos de una manera u otra.

Energéticamente, sintonizamos con una vibración baja o alta, dependiendo del estado de ánimo en que se encuentre cada uno.

Esta cuestión de la vibración tiene su origen en la música: es “el principio de la resonancia simpática”.

De acuerdo a este principio, tendemos a relacionarnos con gente y situaciones que vibran armónicamente y en sintonía con los sentimientos y pensamientos que dominan en cada uno. O sea que vibran con nuestra misma energía.

Si tenemos conciencia de prosperidad podremos atraer ideas de abundancia y estar atentos a las oportunidades que se nos presenten.

Con los pensamientos y las emociones positivas, nuestra vibración será alta y atraeremos cosas buenas a nuestra vida: alegría, felicidad, amor, gratitud, entusiasmo, etc.

Estamos creando nuestro futuro con nuestros pensamientos. Si estamos con miedo o estamos preocupados constantemente, atraeremos mayor preocupación y temor.

Si aprendemos a sentirnos bien, a pesar de las cosas que suceden en la vida, podremos atraer mayor bienestar para contrarrestar lo que no está en cada uno poder resolver.

Y con las actitudes… ¿qué pasa?

Con las actitudes podemos crear nuestra propia realidad. De acuerdo a cómo sea la actitud que tomemos ante distintas situaciones, eso será lo que vamos a crear.

Nuestra vida puede no ser fácil pero podremos resolver los problemas dependiendo de la actitud que adoptemos.

El Universo nos va poniendo pruebas, no como castigo (como muchos piensan) sino para darnos la oportunidad de poder demostrarnos nuestra propia capacidad para resolverlos. Y eso es muy satisfactorio.

Podemos elegir cómo queremos vivir la vida aún con las dificultades que nos tocan: o nos sentamos a ser víctimas o salimos a enfrentar los problemas con actitud positiva, estando seguros de que podremos. ¡Apliquemos la ley de la atracción!

“Mantén tus pensamientos positivos, porque tus pensamientos se convierten en tus palabras.
Mantén tus palabras positivas, porque tus palabras se convierten en tus comportamientos.
Mantén tus comportamientos positivos, ya que tus comportamientos se convierten en tus hábitos.
Mantén tus hábitos positivos, porque tus hábitos se convierten en tus valores.
Mantén tus valores positivos, porque tus valores se convierten en tu destino”.

-Mahatma Gandhi-

Afirmaciones positivas

Aquellos pensamientos que tu mente crea, pueden realizar el gran cambio que necesitas para transformar tu vida tal cual la deseas.

Si tus pensamientos son negativos debes cambiar tu actitud porque esas emociones negativas son las creadoras de una realidad que no deseas.

Si tu mente no está alimentada sanamente, tus posibilidades de éxito estarán lejos de poder ser alcanzadas. Tú eres quien elige el alimento para tu mente.

¿Qué quieres atraer a tu vida?

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