No te sientas atacado si alguien pretende culparte de sus fracasos

No te sientas atacado si alguien pretende culparte de sus fracasos
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No es personal… Quien pretende responsabilizar a otro de lo que considera fracasos en su vida, no tiene la capacidad en ese momento en particular de asumir cada uno de los pasos que él mismo dio, para llegar a alguna situación.

Todos podemos vernos tentados a soltar un poco de responsabilidad acerca de algo que hemos hecho o dejado de hacer, sobre alguien que pudiese estar involucrado. Y sí, todos podemos sentirnos presionados por alguien, todos podemos seguir un ejemplo, quizás asumimos un compromiso con alguien que nos sugirió un camino a tomar. Pero en todo momento, somos nosotros los que pensamos, los que decidimos y actuamos… y para inyectarle un poco más de esoterismo al asunto, somos nosotros los que vibramos y entramos o no en sintonía con lo que está a la misma frecuencia vibratoria.

Es decir, solo nosotros creamos nuestra realidad, sea de lo que llamamos éxito o de lo que llamamos fracaso, que bien son puntos y extremos bastante subjetivos y relativos desde cada punto de vista.

No todos son lo suficientemente fueres para asumir la responsabilidad de sus fracasos

En resumidas cuentas, no tenemos por qué sentirnos mal cuando alguien venga a sugerirnos que somos los culpables de lo que en su vida no marcha como lo deseó. Esa persona está en un punto en su proceso en el cual no logra darse cuenta de que su vida solo la escribe él… incluso cuando le da el lápiz a alguien más, en su historia no va apareciendo lo que el otro escribe, sino algo como:

Le he dado el lápiz con el que suelo escribir a alguien más y a través de este hecho siento que esa persona está escribiendo mi historia, pero no es así, sigo leyendo lo que solo estoy haciendo, lo que solo yo estoy decidiendo, porque solo yo puedo hacerlo, aunque quisiese que fuese diferente.

Obviamente cuando dejamos que nuestra vida sea influenciada en gran medida por los demás, cuando decidimos seguir rutas que otros nos indican, podemos alejarnos de lo que realmente quisiéramos vivir. Pero ello no nos resta responsabilidad de escoger, solo nosotros decidimos qué tanto permitimos a los demás interferir en nuestras decisiones, a quién complacer, cuánto tiempo dedicarle a algo o a alguien… Solo nosotros tenemos la última palabra.

No sé si habrán escuchado ese dicho que reza: el hombre propone y la mujer dispone… con el que no estoy del todo de acuerdo, simplemente por la intención del dicho de generalizar, pero que podríamos adaptar a lo que queremos presentar en esta entrada: los demás pueden proponerte, pero solo tú debes disponer.

Cada quien traza su camino

Cada quien mira la vida desde su perspectiva, desde su razón, desde sus creencias y desde allí opina, aconseja, presiona, invita… Y quien está del otro lado decide. No podemos culpar a otros por tener una falta de criterio o de poder de decisión tal que no nos permita dirigirnos a lo que queremos, solo podemos asumir nuestra responsabilidad.

No vamos por la vida con los ojos vendados, debemos aprender a mirar, aunque a veces nos dé un tanto de pereza, y determinar si hemos tomado las mejores decisiones. Esto nos ahorra tiempo, nos ahorra energía y nos evita la tentación de echarle la culpa a otro por algo que solo nos pertenece a nosotros.

Si en lugar de responsabilizar a otros, miramos los pasos recorridos y detectamos las oportunidades de mejora, podemos aprovechar los tropiezos y las caídas para nuestro crecimiento, para aprender de lo recorrido. Pero echarle la culpa a los demás solo nos hace perder el aprendizaje disponible de cada paso que consideramos un error o un fracaso… Perdiendo la  oportunidad de convertir esas experiencias en ganancias.

Por: Sara Espejo – Reencontrate.gurú


Sara Espejo