Si no quieres caer mal a los demás, evita hacer estas 4 cosas
Anteriormente hemos hablado aquí sobre cómo suele ser el comportamiento de las personas tóxicas: juzgan constantemente, aparentan algo que no son, se victimizan todo el tiempo, son demasiado negativas, etc. Ahora bien, al igual que hay comportamientos tóxicos, hay comportamientos negativos que no son tóxicos, pero que pueden hacer que caigamos mal a los demás.
Te hablo de hábitos que, por lo general, llevamos a cabo de forma inconsciente, pero que perjudican en gran manera nuestras relaciones interpersonales. Estas conductas, al igual que las conductas tóxicas, deben corregirse lo antes posible, sobre todo si queremos evitar que las personas que nos rodean se alejen o se molesten con nosotros.
4 Comportamientos negativos que debes evitar
Cuando estés cerca de alguien más, bien sea un amigo, familiar o conocido, evita hacer estas 4 cosas si no quieres terminar cayendo mal:
1. Hablar mucho de ti mismo
Hablar mucho o demasiado de ti, hará que caigas mal en todo momento.
Por ejemplo, si alguien está contando una anécdota interesante dentro de una conversación grupal y buscas la primera oportunidad para decir algo que gire la conversación en torno a ti, ten por seguro que vas a caer mal.
La situación puede tornarse más incómoda aún, si tu comentario tiene cierto aire competitivo o si intentas opacar a la otra persona o a los demás.
Hay quienes suelen tener este tipo de comportamientos negativos muy a menudo. Esto se debe a que su subconsciente busca la validación de los demás, intentando impresionar. Este mal hábito, también es muy común en aquellas personas que tienen un trastorno narcisista de la personalidad (es decir, que son narcisistas y tienen el ego por las nubes).
No te tomes la vida como si fuera una competencia.
Por lo tanto, querer impresionar a otros alardeando de ser extremadamente bueno en algo, de tener conocimientos superiores al resto, o de tener ingresos mucho más elevados que los demás, verdaderamente caerá muy mal.
Quizás, puede que lo hagas inconsciente o ingenuamente, pero, recuerda que no hay necesidad de impresionar a nadie.
2. Pedir muchos favores
No está mal el hecho de pedir ayuda o apoyo de vez en cuando. Esto es algo que suele ser normal. El problema surge cuando este acto se vuelve muy recurrente y se torna hasta fastidioso.
Pedirle favores a los demás todo el tiempo puede causar que otros terminen pensando que los estamos utilizando. A lo mejor este no sea tu caso, pues si alguien te pide ayuda o colaboración con algo, lo más seguro es que lo hagas sin ningún problema.
Sin embargo, a veces es necesario también llevar un balance o equilibrio con este tipo de actos. De lo contrario, terminarán pensando que estamos abusando de la confianza que nos han dado.
Recuerda que, tener una amistad con alguien más, no significa que vamos a sacar provecho de ella. Así pues, si tu mejor amigo, por ejemplo, es dueño de una pizzería, se va a ver muy mal que todo el tiempo le estés pidiendo un descuento o que te regale una pizza.
Consejo: trata de pedir favores cuando realmente lo necesites. No abuses.
3. Estar distraído
Cuando te hablan y estás distraído, bien sea porque estás observando tu celular o porque estás volteando para todos lados, puede caer demasiado mal. Créeme, esto se considera una gran falta de respeto que puede colocar a la otra persona en una situación muy incómoda.
Apliquemos la ley del espejo… Imagínate por un momento que estás contando algo muy importante a alguien (un amigo, un conocido tuyo o una persona común y corriente) y, de repente, esta persona saca su celular del bolsillo para textear un mensaje… ¿qué es lo que sentirás? ¿Qué es lo que pensarás de esa persona?
Probablemente considerarás que es mal educada o que no te toma en serio, claro está. A lo mejor, será tanta la incomodidad que sentirás, que querrás terminar de contar tu historia lo más rápido posible, sin dar muchos detalles al respecto.
Cuando alguien te esté hablando, préstale total atención. Demuestra que valoras la interacción con la otra persona.
Muchos de nosotros no nos percatamos de este mal hábito. Por lo tanto, hay que tener cuidado, pues podemos llegar a incomodar a alguien más.
4. No ser empático
No saber apoyar emocionalmente a un familiar o a un amigo cercano, puede caer mal también. El tema de la empatía lo hemos hablado anteriormente aquí.
Si alguien, por ejemplo, tuvo una caída, un accidente torpe o le sucedió algo sumamente incómodo (que incluso a cualquiera de nosotros nos puede pasar), te pregunto… ¿tu primera reacción será burlarte?
Si esto es así, puede que termines cayendo mal. Cuando esto suceda, en cambio, es mejor que tengas presente cómo la otra persona puede estar pasándola.
A lo mejor, si te ríes o te burlas, no lo haces con el fin de hacer sentir mal al otro, pero, es mejor que tengas en cuenta que hay momentos en donde es preferible no bromear y ponerse en el lugar del otro. Tratemos de ser empáticos en todo momento.
Cuéntame, ¿te identificaste con alguno de estos comportamientos negativos?
Si es así, descuida, la mayoría de nosotros en algún momento también los hemos llevado a cabo, al menos una vez o quizás dos o quizás tres.
Ten presente que, estas cosas no son tan graves, pero hay que ser conscientes de ellas y poco a poco irlas eliminando, pues si se llegan a cometer con mucha frecuencia, podrían costarnos la amistad de alguien más o un momento sumamente incómodo.
Otra cosa muy importante es que, si alguien cercano a ti tiene alguno de estos comportamientos negativos contigo, lo mejor es que se lo hagas saber. Eso sí, valiéndote del respeto y de la asertividad, algo que anteriormente ya hemos tratado aquí también.
Sin más que agregar, un saludo cordial.
Por: Adrian Alberto ∼ reencontrate.com