Miedo a la muerte
El miedo a la muerte es uno de los más comunes en los seres humanos, muchas veces no importa en dónde estemos sosteniendo nuestras creencias, para que ese miedo se haga presente. Sin embargo, cuando sentimos nuestra verdadera esencia dentro de nosotros, el miedo a la muerte tiende a disminuir, incluso a desaparecer. Simplemente porque nos damos cuenta de que nada muere realmente, que simplemente cambiamos de forma, de estado, de nivel de consciencia.
Es nuestro ego quien nos hace aferrarnos a la ilusión de la vida, a lo que estamos representando en este momento… es el ego quien nos habla de desconexión, de final. Pero si escuchamos nuestro corazón, nos sentiremos seguros y confiados en el proceso de la vida. Donde sí, no hay duda de que la muerte llegará, pero eso no tiene por qué ser motivo de sufrimiento y mucho menos de miedo o de preocupación.
El alma y sus caminos
Cada uno de nosotros tiene un propósito de alma, cada uno tiene una misión y nadie se irá de acá sin haberla cumplido. Así que lo ideal es disfrutar de cada día, con la consciencia de que habrá un final aparente, pero sin angustiarnos por ello.
De cualquier manera, hay dos opciones posibles, hay vida luego de la muerte o no la hay. En el primer caso, que es en el que particularmente creo, pasaremos de un estado de ignorancia a consciencia plena (probablemente “momentáneo” y transitorio), donde probablemente entenderemos que todo fue perfecto, que cada detalle de nuestra existencia tuvo una razón de ser y que seguimos en nuestro camino de evolución hacia la luz.
Si no hay nada más allá, nos puede consolar el hecho de que ni cuenta nos daremos. Así que no debería ser tan temida esa etapa.
El miedo te aleja de la vida
La vida es hermosa y el miedo a perderla nos puede quitar o reducir el disfrute de la misma. Imagínate tener una mascota y solo pensar en que morirá antes que tú… No vale la pena ese sufrimiento. Imagínate que vas a una fiesta y únicamente te lamentas porque sabes que en algún momento te irán a buscar, ¿puedes realmente disfrutar de esa fiesta? Difícilmente. Lo que tenemos que hacer es aprovechar cada minuto, compartir, bailar, comer, admirar, contemplar, disfrutar… vivir… la vida está para disfrutarla, dure un día o 100 años.
El ego debe callarse para que nos permita conectarnos con el amor, en lugar de con el miedo. El miedo es una emoción ilusoria, que nos desconecta de quienes somos. Nos hace creer que no podemos simplemente dejarnos sostener y cuidar por la vida. La misma energía que mueve los mares, que hace que el planeta rote, que mantiene todo alineado para la vida misma, es la que te está sosteniendo y cuidando en este momento… Así que suelta y confía.
Date la oportunidad de soltar el control y el miedo a la muerte se disipará. Tienes un cuerpo maravilloso que está acoplado a tu misión de vida. Tu cuerpo te cuida, tu Yo Superior te cuida, tú enfócate en vivir, en sacar provecho a esta experiencia y en aprovechar de cada minuto que las personas que representan algo importante para ti, puedan ofrecerte. Permítete sentir el amor y permite que habite en tu corazón. Tú eres eso, cualquier pensamiento que te perturbe, no eres tú, no eres eso que piensas. Todo está realmente bien.
Soltar y confiar
Cuando aprendemos a confiar, todo lo que nos generaba dolor comienza a mermar y nos encontramos de frente con lo que nos hace bien, con lo que realmente nutre nuestra vida y nos permite entender, al menos por un momento, que estamos sostenidos por una fuerza especial que nos llevará de manera segura y perfecta a lo largo de la vida.
Tu vida tiene varios propósitos… de ellos el principal es ser feliz. Parece sencillo alcanzarlo, pero puede ser el más complicado, porque tenemos un ego temeroso continuamente hablándonos de lo que puede salir mal, que no entiende que todo, absolutamente todo, es perfecto tal y como es.
Calma tu mente, obsérvala, incluso con picardía, reconociendo la intención de fondo, los apegos, el egoísmo, el miedo a dejar de existir, el miedo a ser olvidado y el no haber hecho lo deseado, ve quitando capa a capa del miedo a la muerte y quizás llegues a encontrarte con una visión diferente de la vida, que te invita a darlo todo, que te invita a valorar, que te invita a creer, que te invita a agradecer… Y quizás esto último sea lo más trascendental, porque cuando vivimos en gratitud, cada segundo de existencia es un milagro por el cual damos gracias y mientras esa energía predomina, el miedo pierde todo su espacio y su poder.
Disfrutemos la vida, sea como sea y pase lo que pase… temerle a la muerte únicamente nos opacará esta experiencia potencialmente maravillosa.
Por: Sara Espejo – Reencontrate.com