Quiero compartir contigo uno de los ejercicios más poderosos de manifestación para que lo pongas en práctica.

Vas a comenzar elaborando tu lista de los deseos que quieres materializar, pero en lugar de colocar la palabra deseo vas a escribir GRACIAS y así vas a iniciar cada uno de los deseos de tu lista.

El verbo que utilices será en pasado, como si ya hubieses alcanzado tu objetivo. Te escribo un ejemplo, en lugar de colocar: Deseo comprarme una casa, vas a colocar: Gracias por la casa que he comprado.

El poder de la visualización

Ahora bien, una vez que tengas tu lista preparada, vas a tomarte unos minutos apartado de toda distracción para hacer un ejercicio de visualización con cada uno de los elementos de tu lista.

Vas a leer cada uno de los elementos de la lista y vas a cerrar tus ojos imaginando cómo sería la experiencia, vas a agregar la mayor cantidad posible de detalles. Si retomamos el ejemplo de la casa, vas a imaginar las llaves en tus manos, con la temperatura fría propia del metal, vas a verte abriendo la puerta, vas a imaginar cada detalle de la decoración, cómo huelen las plantas, qué colores predominan, como suena la ventana cuando la abres, vas a crear el escenario en tu mente contigo de protagonista.

Esto lo vas a hacer con cada uno de tus deseos, imaginando que ya están en tu vida y por ello te sientes agradecido. Primero lo vas a crear en tu mente y luego lo vas a manifestar en tu vida. El dar gracias por aquello que aún no recibimos, le abre la puerta a aquello que deseamos experimentar y el conectarnos sensorialmente utilizando como herramienta principal la imaginación, nos ayuda a crear una red en nuestro cerebro que nos va a conducir a manifestar esa experiencia en nuestras vidas.

Permítete silenciar tu mente. No dejes colar en tu experiencia palabras o emociones vinculadas al desaliento, al tú no puedes, no te lo mereces, es imposible que tengas eso, hay personas mejores o más capaces que tú, que no han logrado eso que deseas, no trabajas suficiente, no eres lo suficientemente atractivo, eres muy viejo o muy joven… cualquier frase limitante, descártala. No pelees con ellas, solo no te identifiques, obsérvalas como si de los pensamientos de alguien más se tratase. Y continúa con tu ejercicio de visualización.

Repite el ejercicio cada vez que puedas

No descartes tu lista y de tanto en tanto haz nuevamente el ejercicio. Mientras más conectado estés a tu experiencia en tu imaginación, más caminos estás abriendo para recibir aquello que deseas.

Siéntete merecedor de todo lo bueno, reconócete como un ser frente a infinitas posibilidades y ello te permite tener acceso a todo lo mejor. Solo tienes que creer, creer que eso es posible, que la vida está a tu favor y está dispuesta a darte todo aquello que tú te permitas. Entonces, lo único que hay que solucionar es el ser capaces de permitirnos y para ello solo debemos callar a nuestro ego y confiar en que tenemos una energía creadora, capaz de llenar nuestras vidas de cosas maravillosas.

Todo lo que hasta ahora has logrado, lo has creado tú. Sea de tu agrado o no, hoy te estoy dando un tip súper poderoso para conectarte con lo que deseas y materializarlo en tu vida… Practica este ejercicio y siéntate a ver cómo lo que deseas llega a tu vida sin esfuerzo. Date la oportunidad de tener una perspectiva clara de lo que quieres y dale el tratamiento que más te convenga en tu mente, para darle cabida en tu vida y solo te quedará disfrutar de tu creación… primero en tu mente y luego en tu realidad.

Por: Sara Espejo – Reencontrate.com

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