“Si quieres mejorar tus relaciones en la vida, dormir más, estresarte menos y ser más feliz, solo necesitas una cosa: Necesitas renunciar a la obsesión de tener siempre la razón“.
La trampa de “querer tener siempre la razón” – ¿Cómo puedes evitarla?
Desde niños tratamos de convencer a los demás que nuestros puntos de vista son “correctos”. Lo hacemos con nuestra familia, en la escuela, en el trabajo e incluso en las reuniones sociales. Si se demuestra que estamos equivocados, nos sentimos avergonzados, derrotados o humillados.
Ahora bien, todos caemos en esta trampa… la trampa de “querer tener siempre la razón“. No obstante, debes tener en cuenta algo muy importante:
Eckhart Tolle, un maestro espiritual de quien ya hemos hablado anteriormente aquí, describe la necesidad de tener la razón como una forma de violencia. Por otro lado, el impulso de querer siempre imponer nuestras opiniones a los demás tiene como origen el miedo.
Ahora bien, hay que destacar que no todo está perdido. Como todo en la vida, esto se puede tratar, canalizar y mejorar. Ese el motivo principal de este post. Así que, veamos cómo hacerlo…
¿Cómo evitar la obsesión de querer tener siempre la razón?
Querer tener siempre la razón, nos puede traer conflictos innecesarios con quienes nos rodean. Por eso, queremos brindarte algunos consejos que te ayudarán a recapacitar en aquellos momentos que creas estés intentando imponer tus ideas a los demás…
1. Reconoce que “aceptar” no significa que “eres débil”
Todo lo contrario, reconocer y aceptar una visión diferente es un poderoso acto de comprensión, de confianza en sí mismo y de compasión. Asimismo, es un signo de madurez emocional.
Por ejemplo, hay un saludo hindú conocido como “Namasté”. Este representa la encarnación de esta perspectiva, ya que se traduce como: “Me inclino ante ti y te acepto”. Esta palabra, de hecho, encarna el humanismo, la paz, la aceptación, el equilibrio y la alegría.
Así pues, alberga dentro de ti ese humanismo y esa aceptación. Ten en cuenta que nada de esto te minimizará. Todo lo contrario, te dará una pizca de empatía. Algo que es muy necesario hoy en día.
2. Empieza paso a paso
No te vas a convertir en el Dalai Lama en un día. Pero eso sí, en las próximas 24 horas, intenta al menos permitir que exista una opinión que sea contraria a la tuya, sin intentar destruirla o refutarla.
No tienes que creerla y tampoco tienes que renunciar a tu opinión contraria. Pero solo di: “¡Entiendo lo que estás diciendo!” o “Esa es una perspectiva que no había considerado antes”, o bien, simplemente escucha y asiente. Evita ponerte a la defensiva.
Por otro lado, si te enfrentas a una posición de alguien que es imponente o violenta por naturaleza, pues trata de dar a conocer que no estás de acuerdo, pero eso sí, sin crear conflictos o violencia con la otra persona.
3. Acepta que nunca podrás cambiar todas las opiniones con las que no estés de acuerdo
Parece mentira, pero en este mundo hay mucha gente con muchas opiniones que nunca podrás cambiar. Siempre existirán otras posiciones contrarias a la tuya, y una buena parte de ellas, si no son “correctas”, son al menos lógicamente defendibles. Por eso, no trates de cambiar a nadie. Cada quien tiene derecho a opinar lo que quiere.
4. Ve un poco más allá de lo que conoces
Todos nos enfrentamos a desafíos. Todos sufrimos pérdidas y dolor. Todas nuestras opiniones están formadas por las circunstancias que hemos vivido o por la opinión de quienes estuvieron a cargo de nosotros. Por lo tanto, nunca podrás entender completamente por qué otros creen en lo que han decidido creer, ya que cada quién tiene sus propias experiencias de vida y su propia formación.
En cambio, si escuchas el razonamiento detrás de los sentimientos de otra persona, esto podría terminar siendo revelador. En otras palabras, profundiza tu conexión con el otro y amplía tu interpretación del mundo que te rodea.
5. Busca una oportunidad para cambiar de opinión
En una situación en la que veas tu opinión difiere de la del otro, exprésale que estás abierto a aceptar su punto de vista siempre que proporcione una buena justificación para ello. Puede que tú no cambies de opinión, pero aún así, estarás intentando entender el punto de vista del otro, lo cual termina siendo positivo para ti.
6. Cambiar tu opinión, o permitir que alguien más te demuestre que estás equivocado, no te hace menos
Ten en cuenta lo siguiente: Eres un milagro único de esta vida. Por lo tanto, cometerás errores; tendrás éxito; ayudarás a otros, pero también lastimarás a otros; tendrás razón, pero también estarás equivocado… En fin. De eso se trata la vida. Por lo tanto, sigue siendo tú. La compasión por los demás es un producto de la compasión por ti mismo. Por eso, empieza por ti y mejora.
Y bien, hasta aquí esta corta reflexión. Me despido no sin antes recordarte que aquí, en reencontrate.com, cuentas con diversos talleres y cursos orientados a tu crecimiento personal y espiritual. No dudes en suscribirte a ellos y sácales el mayor provecho posible.
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Sin más que agregar, un saludito y hasta la próxima.
Por: Adrian Alberto ∼ reencontrate.com