Soy madre de una niña que no necesita ser salvada por un príncipe

Soy madre de una niña que no necesita ser salvada por un príncipe
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Mi hija no es una princesa, no necesita ser salvada por un príncipe.  Quiero que ella ame a alguien, no porque tenga un castillo o un bonito caballo, sino por ser una buena persona con valores y virtudes. Alguien que no la trate como a una princesa, sino como a una compañera, un ser humano ejemplar.

En los últimos años, hemos experimentado grandes avances en cuanto a la igualdad de género y los derechos de la mujer. De hecho, hay algo muy claro para toda madre de hoy día, y es que están conscientes de que las niñas no necesitan ser salvadas por un “Príncipe Azul”.

¿Para qué necesito pies si tengo alas para volar?

-Frida Kahlo-

Necesitamos educar a nuestras hijas sobre el valor de la libertad y el coraje, promoviendo la igualdad entre los géneros y la no discriminación de las niñas. En términos generales, todos estamos de acuerdo en esto. Es un objetivo lógico en el que vale la pena invertir recursos, esfuerzos y conciencia.

Mi hija no será salvada por un príncipe:

Para ofrecer al mundo personas maduras, libres y valientes, que sepan marcar sus propios caminos, nada mejor que ofrecer estrategias adecuadas para que puedan manejar sus miedos e inseguridades, cultivando sobre todo el valor y el amor por si mismas.

Toda niña -como todo niño- debe ser capaz de enfrentar sus miedos sin nuestra ayuda, racionalizando sus ideas y controlando sus emociones cada día un poco más.

Cuando se trata de controlar los miedos, es necesario no “alimentarlos”. Por lo tanto, lo último que debemos hacer con nuestras hijas es fomentar su dependencia de los demás.

El padre no debe mirar debajo de la cama si ella tiene miedo. Mamá no debe hablar por ella cuando quiera pedir algo en voz alta con la excusa de que es tímida.

Desde muy temprano, deberíamos animarlas a enfrentar lo que les preocupa, esas pequeñas cosas que asustan a todos los niños y niñas, independientemente de su género, y que las familias a veces toleran más cuando se trata de una niña.

No tienes que ser una buena chica… ser tú misma es suficiente

Es preciso criar a nuestras hijas para que sean fuertes e independientes. “Sé buena, quédate quieta, no hables, vístete bien, no seas desvergonzada, no llames la atención, haz lo mismo que los demás, no te pases de la raya…” estas y otras frases, ideas y mandatos han acompañado a las niñas a lo largo de varias generaciones.

El futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños.

-Eleanor Roosevelt-

Está claro que queremos que nuestras hijas nos obedezcan, pero en lugar de educarlas de la manera como nos educaban a nosotras, exigiendo obediencia y sumisión, debemos cambiar el enfoque y buscar promover sus habilidades, fortalezas y valores.

Educarlas con sensibilidad, con igualdad, conociendo sus necesidades, gustos y pasiones. No tengas por ellas preferencias que no tendrías con tus hijos varones, y viceversa.

No determines su camino, deja que ella lo intuya y lo busque. No dirijas su comportamiento hacia lo que te gustaría que haga con su vida. Escúchala y ofrécele seguridad y enséñale responsabilidad desde temprana edad.

Hazle ver que es capaz de mucho, y sobre todo de no necesitar a otra persona para resolver sus cosas. Demuéstrale que confiar en sí misma y en sus capacidades es lo primordial para su vidal, es absolutamente necesario.

La autoestima de una chica no se refuerza con sólo decirle que es bonita.

Puedes decirle que es bonita; ese no es realmente el problema. Puedes decirle todos los días que es la chica más hermosa del mundo porque está claro que lo es. Sin embargo, no priorices este enfoque exclusivamente.

Cuando las presentamos, por ejemplo, a nuestras amigas, es muy común que digan: “Qué hermosa eres y qué hermoso vestido llevas”…

Poco a poco, se acostumbrará tanto al refuerzo positivo asociado a su físico que basará su autoestima únicamente en ese aspecto, y esto no es suficiente.

Formas de resaltar la autoestima en las niñas:

  • Resalta sus virtudes frente a los demás, lo fuerte que es, lo independiente que la ves, lo bien que dibuja, que canta, que maneja la bici, etc.
  • Pregúntale qué le gustaría hacer cuando sea mayor, y escucha su respuesta con interés.
  • Pregúntele qué libros lee o si le gustaría leer alguno en especial.
  • Elogia la forma en que se expresa, dándole confianza para que cada día sea más asertivo.
  • Recuérdale que te sientes orgullosa de ella por lo que es, por lo que hace y por cómo aprende a mejorar cada día.
  • Permítele tomar ciertas decisiones de acuerdo a su edad.

Ten en cuenta que tu hija es y siempre será hermosa, pero para ti no es lo más importante. Lo que quieres es que se convierta en una mujer con voz propia, con sus propios pensamientos y objetivos definidos, y que los pueda cumplir.

Será alguien libre para amar y ser amada, para conquistar cualquier escenario que esté a su alcance. Y no, no necesitará ser salvada por un príncipe porque ella misma será su propia héroe!

Por Loubna Hatem ∼ Reencontrate.com


Loubna Hatem

Ingeniero Civil. Redactora digital SEO.