Un “niño difícil” no necesita más regaños, necesita más amor

Un “niño difícil” no necesita más regaños, necesita más amor
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Es fácil pensar que cuando un niño se comporta de una forma tal que consideramos inadecuada, está pidiendo a gritos reprensión, regaños y castigos. En especial es sencillo pensar esto para quienes fueron criados bajo parámetros estrictos de conducta y disciplina.

Los límites son importantes

Todo niño necesita límites claros, por su propia seguridad y beneficio. Un niño está desarrollando su sistema emocional día a día, está aprendiendo a canalizar sus emociones. Además está aprendiendo a interactuar con el mundo, observando cómo éste reacciona ante los estímulos que él genera.

Tomará para sí los que le funcionen, los practicará y los perfeccionará. Sean mecanismos que responde a una conducta adecuada del niño o que sugiere tomar medidas de rectificación. No es responsabilidad de un niño ser “malcriado”. Esto es una labor que les corresponde mayormente a sus padres y sus cuidadores más cercanos.

Por lo que resulta necesario que los padres entendamos las mejores rutas para llegar a nuestros hijos, que ellos puedan cubrir sus necesidades sin verse en la obligación de recurrir a excéntricos mecanismos que nos lleven a los límites.

Acostumbremos a los niños a que pueden expresar lo que sienten sin ser ignorados, sin ser maltratados, sin ser menospreciados por su edad. Dejémosle claro que independientemente de sus años de vida, su opinión es importante, sus requerimientos son escuchados. Digámosle a ese niño que demanda atención que sus necesidades afectivas estarán cubiertas, respaldando nuestras palabras con acciones coherentes.

Criando de manera respetuosa

La crianza que se basa en el respeto, impartida desde los primeros instantes de vida, suele arrojar un menor índice de “niños difíciles”, simplemente porque uno de los pilares es una buena comunicación, la cual es el marco para evitar la mayoría de las actitudes que consideramos inadecuadas en los niños.

Los berrinches y pataletas suelen ser muy mal vistos. En especial por aquellas personas que no están acostumbrados a tratar con niños o bien lo hacen de forma bastante autoritaria, llegando incluso a maltratarlos físicamente. Los padres de algún niño que atraviesa una pataleta en la calle, se encuentran ante una gran presión ejercida por todos los ojos que con agudeza están juzgando la estructura familiar y cada paso que de la familia. Muchos se sienten satisfechos cuando al niño le dan una nalgada y éste queda privado en llanto.

La violencia nunca trae resultados positivos

En lo particular, considero que la violencia, solo traerá mayores problemas. Un niño en medio de una pataleta está tratando de llamar la atención y manejar la frustración que siente por no poder alcanzar un objetivo, tan sencillo como puede ser un caramelo. No importa la magnitud del objetivo, el punto es el que el niño está aprendiendo a gestionar sus emociones y el pegarle no será para nada la mejor alternativa.

¿Qué podemos hacer? Abrazar al niño, tomarlo con amor, expresarle por qué las cosas no pueden ser como lo desea en este momento. Si está en condiciones que no puede escuchar, limitarnos a abrazarlo y contenerlo… Porque eso es lo que él necesita de nosotros, contención, no represión.

Un niño reacciona normalmente bien al cariño, al buen trato, al tiempo dedicado, a jugar con él. Algunos padres se ven colapsados y optan por terapias. En algunas de ellas terminan por medicar a un niño que solo está demandando cariño y atención, no es necesario ningún control hormonal, ni ansiolíticos que lo condenarán desde muy temprano.

La mejor alternativa para tratar a niños llamados “difíciles”, es el amor y la paciencia, si no se está dispuesto a ofrecer eso a un niño y se quiere la salida cómoda, quienes deben ir a terapia son los padres. Sí, criar a un niño es una labor complicada. Pero cuando lo hacemos desde el amor, lo complicado se hace sencillo y termina siendo lo mejor de nuestras vidas.

Imágenes cortesía de: Jasmine Becket-Griffith

Por: Sara Espejo – Reencontrate.guru


Sara Espejo

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