Sí, puede ser que resulte complicado simplemente dejar ir. Pero trata de apartar un poco el miedo que te abruma y concentrarte en la realidad.

La realidad habla de que un amor que se suplica, jamás será satisfactorio. Esa persona se sentirá tan segura de poder hacer lo que quiera, que le importará muy poco lo que sientas durante el proceso.

No importa si esta persona tiene muchas cualidades o quizás está marcada por sus defectos, lo que me gustaría que te llevaras es que si debes buscarla y si fuese por ella no estaría contigo, pues no vale la pena para ti.

A veces nos sumergimos en relaciones que nos hacen tanto daño,  pensamos por nosotros y pretendemos hacerlo por el otro. Asumimos hechos desde nuestra realidad, él o ella me ama, pero… no está preparado, no es el momento, está confundido, alguien se atravesó… y no es relevante qué sigue luego del pero… Los amores seguidos de peros, por lo general no logran prosperar.

Es cierto uno a veces debe luchar y defender lo que quiere, mientras veamos el sentido, pero debemos tener establecido un límite y éste no debe ser distinto a nuestra dignidad.

Amor propio ante todo

A veces nos dejamos para después… Luego de que recupere esta relación me ocuparé de mí, de sanar todas estas heridas que me estoy propinando, de enamorarme de mí, de hacerme cargo de mi dolor… Mientras que nos lastimamos cada vez más.

Quiero que veas que el ciclo se moverá distinto si comienzas desde ti. Cuando te calmas, cuando sueltas esos miedos y te dices con convicción:

• Yo puedo estar solo o sola.
• Yo merezco una relación en donde me amen.
• Esto no es lo mejor que voy a conseguir.
• La vida no se acaba con una relación.
• Es momento de reconectar conmigo.
• Suelto el miedo y me aferro a ser esa persona que me gustaría tener de pareja.

… las energías comienzan a moverse diferentes. Tomas el control de tu vida y dejas de depender de lo que otra persona quiera. No está bien depender de alguien y entregarles nuestra posibilidad de ser felices o de sentirnos bien… Que ni siquiera es tal… Cuando estamos en esas crisis, donde todo es oscuro, normalmente no un corazón roto hablando y manifestándose, es nuestra mente evitando situaciones de cambio, es la mente la que nos invade de miedos y nos pinta el peor  de los panoramas.

Por eso, cuando estés en situación de agobio, respira, cálmate. Mientras menos amor por ti demuestres, menos amor de otro recibirás. Mantén la cordura, quizás ahora no te resulte tan sencillo, pero puedes hacerlo.

Mantén el teléfono alejado, evita llamadas, mensajes, por favor evita el llanto… La otra persona difícilmente se está compadeciendo, solo estás inflando su ego más y más… De cualquier forma inspirar lástima, pues no es como que lo propicio para retomar una relación.

Esto no es para que lo uses como estrategia, sino para que veas una ventaja adicional de ocuparte de ti: la calma llama, la serenidad, ver que en nosotros ya pasó la turbulencia y ahora reina el ocuparnos de nosotros mismos, de nuestra vida social, de los hobbies, de lo que quizás dejamos de lado en una relación, de sentirnos bien… Ésta actitud que nos acerca más a lo que somos, es la que va a atraer desde el punto conveniente a nuestras vidas…

Y quizás sea esa persona a quien le dedicamos tanta energía al pensar y al buscar, la primera que quiera ser parte de nuestra nueva etapa y ya estará en nosotros si la queremos de vuelta o no… Y esa posición, lo queramos o no, siempre ofrece tranquilidad.

De cualquier manera el estar bien con nosotros mismos, nos permitirá atraer situaciones y personas a nuestras vidas que estén en sintonía con ese bienestar. Así que tu mejor inversión será enamorarte de ti.

Por: Sara Espejo – Reencontrate.gurú

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