Para disfrutar de una autoestima sana, primero es necesario cultivar la confianza en mi capacidad para hacerle frente a los desafíos de la vida. La clave es desarrollar confianza en mí mismo. Pero…

La pregunta del millón es ¿cómo puedo tener más confianza en mí mismo?

Bien, siempre que mis pacientes me hacen esta pregunta, lo llevo al ámbito de las relaciones.

Seguramente tienes conocidos en los que confías profundamente, y hay otras que por el contrario no confías para nada.

¿Cómo confíar en mí mismo?

¿Qué hace que confíes o no confíes en una persona?

Solemos confiar en las personas que cumplen sus promesas y desconfiamos de quienes nos prometen algo y luego no lo cumplen. Se hacen los locos, se excusan, se justifican o simplemente no les importa.

Estarás de acuerdo que es sumamente difícil darle nuestra confianza a alguien así.

Por su parte, quienes se ganan nuestra confianza es porque de cierta manera “nos han quedado bien”. Es porque cumplieron con lo que nos prometieron.

Lo mismo sucede con nosotros mismos cuando nos hacemos promesas como:

• “Voy a ir al gimnasio”
• “Voy a sacar la basura todas las noches”
• “Voy a dejar de fumar”
• “Voy a mantener ordenada mi habitación”
• “Voy a bajarle 2 al azúcar”
• “Voy a dejar de escribirle a mi ex”
• “Tengo que dormirme más temprano”

Cuando hacemos estos compromisos con nosotros mismos, una parte de nosotros lo escucha y espera vigilantemente que lo cumplamos.
Precisamente para ver si somos alguien de confiar o no.

Cuando nos cumplimos lo que dijimos que íbamos a hacer, esta parte dice “Hey, no eres de confiar”. Y nace cierto desprecio, el mismo desprecio que sentimos hacia alguien cuando nos rompe una promesa, cuando traiciona su palabra.

Solo que esta vez es más doloroso, pues soy yo el responsable. Me fallé a mí mismo, me traicioné y eso es doloroso.

Repetir este proceso conlleva a un extraño círculo vicioso. Donde tengo menos confianza en mí mismo, continúo haciéndome promesas, me las incumplo (en gran parte porque no tengo confianza en mí). Ahora desconfío de mí. Vuelvo a hacerme promesas… y así.

Así que la clave #1 para una autoestima sana es…

Comenzar a cumplirme las promesas que me hago. Aquí recomiendo comenzar por las promesas más sencillas. El objetivo es ganar momentum.

Te recomiendo hacer una lista de todas las promesas que has estado haciéndote últimamente. Anótalo todo, aunque duela ver que me he estado incumpliendo algunas, este ejercicio es poderoso para crear una autoestima sana.
Una vez tengas tu lista, revísala y pregúntate ¿cuáles de estas promesas puedo comenzar a cumplírmelas ya mismo? ¿Cómo puedo empezar a cumplirme estos compromisos? ¿Qué está a mi alcance que puedo haer hoy?

Mi invitación es a comenzar por las más sencillas.
Tal vez sea arreglar mi habitación, mi oficina, mi automóvil, ordenar mi cama al levantarme, hacer una llamada importante, enviar unos mails…
Ordenar mis espacios suele crear una sensación de logro casi instantánea.

Cuando comienzo a cumplirme mis promesas, vuelvo a ganar confianza a mí mismo. Me veo a mí mismo como una persona en la que puedo confiar, alguien con quien puedo tener una relación armoniosa. La autoestima se fortalece y ahora siento que puedo cumplirme lo que me prometo. He creado una reputación sólida conmigo mismo y eso es realmente hermoso.

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