No te quedes corto cuando desees algo
Limitamos nuestros sueños a lo que nos da nuestra mente, a lo que conocemos, a lo que pensamos que podríamos alcanzar. Esto porque no estamos conscientes de nuestro alcance, de lo que somos capaces de crear y nos ponemos trabas o nos sentimos pequeños ante grandes retos o ante grandes escenarios.
¿Cómo reaccionas ante lo que sueñas?
¿Qué sientes cuando te imaginas con 10.000.000 de dólares en tu cuenta? ¿Lo sientes posible o lo ves como un chiste? ¿Te ves a ti parado en ese sitio que te encantaría conocer? ¿Sientes cercano o lejano ese escenario en el que estás en tu hogar, con tu pareja, con la mascota y la casita de la mascota en el jardín?…
A veces queremos cosas que cuando las pensamos, la mente se nos ríe en la cara y nos dice: ¿Tú vas a tener esa casa? Cuéntame más… Dime cómo, con qué, en cuál de tus vidas, vendiendo cuáles órganos… Y tratamos de callar esas voces, pero esa sensación de duda es la que prevalece y si está allí es porque hemos almacenado los programas necesarios para que siempre sea un chiste cruel pensar por ejemplo en esa casa.
Nuestra mente subconsciente nos trabaja en contra, nos hace pensar cosas que no son ciertas y nos convence de que eso es así. Adicional a ello, nos hace tomar decisiones constantemente, incluso sin darnos cuenta que favorezcan esas creencias, esos acuerdos que asumimos de lo que podemos ser capaces de ser, de hacer y de tener.
¿De dónde nacen esos programas?
De lo que escuchamos de niños, de lo que nos inculcaron nuestros padres, de los patrones familiares, de lo que hemos presenciado, de lo que hemos vivido. Cualquier cosa que nos ocurre, que percibimos a través de nuestro sistema sensorial, lo integramos a nuestro almacenamiento, interpretándolo a través de un sistema de creencias. Muchas veces no estamos claros de cómo llegamos a adquirir una creencia, un programa, solo vamos en automático respondiendo a un algoritmo, si pasa esto, hacemos esto, si tal otra cosa ocurre, hacemos esto otro, repito, ¡en automático!
¿Qué quiere decir en automático?
Que vamos frenando sin darnos cuenta. Así como cuando tomamos el vehículo y nos dirigimos a algún lugar, ubicado a relativa mediana distancia y nos preguntan si hemos frenado… decimos que sí, luego nos preguntan cuántas veces lo hicimos… y no sabemos responder a esa pregunta, porque no tenemos idea de cuántas veces hemos pisado el pedal del freno… Así nos pasa con los programas que adquirimos y desarrollamos, ellos nos hacen tomar acciones de manera inconsciente y algunas veces esas acciones nos protegen y otras nos perjudican.
Los programas que nos hacen sentirnos poco merecedores, poco capacitaos, muy viejos, muy lejanos, como para alcanzar nuestros sueños, están constantemente actuando, alejándonos de aquello que conscientemente queremos, pero que inconscientemente sentimos disparatado.
¿Qué podemos hacer?
Podemos trabajar sobre nuestra mente subconsciente con alguna de las variadas técnicas para modificar esos programas y podemos también aprovechar nuestro intelecto para dirigirnos a donde queremos estar.
Vamos a sacar a la luz cualquier cosa que nos aleje de lo que queremos y la vamos a diseccionar. Vamos a revisar en detalle cada elemento para tomar el hilo que nos llevará a la creencia o al programa que nos puede estar afectando y en la medida de lo posible vamos a desmontar esa creencia, vamos a convencernos de que no tiene suficiente sustancia como para limitarnos y vamos a introducir una especie de antivirus, que contendrá material creíble que contradiga a aquel programa que buscamos restarle valor y de esta manera vamos a ir solapando creencias que nos sirven sobre las que no nos permiten soñar en grande.
Solo tú puedes limitar el tamaño de tus sueños, solo tú puedes convertirte en la barrera entre ellos y tú.
Por: Sara Espejo – Reencontrate.com
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