Parecería tácito, nuestro auto-respaldo debería estar allí a disposición, para cada una de las cosas que hagamos , que planeemos e inclusive para las veces que nos convencemos de que pudimos haber hecho algo mucho mejor….

Pero la realidad es otra, muchas veces no solo no nos respaldamos, sino nos atacamos, nos criticamos y nos ensañamos con nosotros mismos, incluso como no lo haríamos con nadie más por parecernos cruel.

Está bien que seamos honestos, que nos veamos al espejo con un toque de sinceridad y nos reclamemos una que otra cosita que podríamos mejorar, pero siempre debe prevalecer el respeto y sobre todo el amor.

Debemos cuidar las palabras con las cuales nos tratamos, todo lo que nos decimos se queda haciendo algún efecto en nuestra mente, no solo durante ese instante, sino quizás para siempre. Es por ello que debemos cuidar nuestras palabras, lo duros que podemos ser con nosotros mismos en un momento dado e incluso lo que permitimos que otros nos hagan.

Cuando nos aprendemos a cuidar, los que nos rodean nos respetan más

Nosotros le mandamos constantemente señales a nuestro mundo exterior. Una manera de atraer amo, es amarnos a nosotros mismos, si queremos que los demás nos respeten, debemos respetarnos nosotros mismos.

Si las personas a mi alrededor me maltratan, de alguna manera tengo que modificar lo que me doy y lo que doy a los demás y ya de esa manera, estableceré los límites de lo que se me acerca. Quién soy conmigo y con los demás tiene un efecto de cómo es el resto conmigo.

Las relaciones con nosotros mismos no aceptan conductas ficticias, sino lo que realmente sentimos. Hay personas que parecen quererse y cuidarse mucho, se ven siempre perfectas, sin un gramo de grasa, perfectamente peinadas, podemos pensar y ojalá fuese así en la mayoría de los casos, que esa persona se cuida, se respeta y se ama. Pero  quizás el motor real de esa persona es muy superficial, lo que hace no lo hace por amarse, sino por lo contrario, necesita sentirse bella para que los demás le den una posición, un valor, que no viene de su esencia, la cual no considera suficiente.

En estos casos, lo que la persona irradia, es su verdad y a su mundo atraerá personas que se acerquen a ese nivel de superficialidad. Aprender a amarnos de verdad, aceptando lo que nos parece imperfecto y dándonos el trato más dulce y más cálido, es lo que atrae a personas que nos quieran y nos acepten tal cual somos, sin tener que ajustarnos a una fachada.

Tu mayor compromiso es contigo

Aprende a apoyarte, a ser tu fan número uno. Que no tengas que esperar por la aprobación de alguien, ni por su reconocimiento, sino que puedas caminar con seguridad, sabiendo que pase lo que pase te tienes a ti.

Tenernos a nosotros mismos es el mayor regalo, porque dejamos de lado los miedos a no ser suficientes, a no encajar, a no gustar, a no aprobar los exámenes que los demás colocan para ser  parte de sus vidas. Respaldarnos nos da libertad, libertad de ser y de elegir y esto sin duda es un pasaporte para llegar a donde queramos, porque no dejamos las limitaciones a un lado y nos colocamos esas bellas alas que nos pertenecen y están listas para ser usadas, para que volemos con ellas y alcancemos los sueños más altos, lo que en algún momento ni siquiera consideramos por verlos muy, muy alto.

Por eso, te invito a la promesa más importante, que inicia una nueva relación para el resto de tu vida, el verdadero para siempre… “Prometo respaldarme”.

Por: Sara Espejo – Reencontrate.com

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