Aprende a estimular los químicos de la felicidad de forma natural

Aprende a estimular los químicos de la felicidad de forma natural
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Dicen que ser feliz es una decisión, pero lo cierto es que si aprendemos cómo estimular los químicos de la felicidad de nuestro cerebro, nuestra felicidad será realmente genuina.

Somos energía, y nuestro cerebro funciona a través de reacciones químicas, ¡y tenemos el poder de regir esos químicos a nuestro favor!

En las últimas décadas se ha avanzado mucho en la “ciencia de la felicidad”, y hoy día se tiene una idea bastante clara de cómo se produce ese sentimiento tan importante. La ciencia ha demostrado, sin lugar a dudas, que podemos tomar el control de nuestro cerebro y producir los neuroquímicos necesarios para sentirnos felices y en bienestar. La forma en que experimentamos la vida depende de la manera que estimulamos las hormonas adecuadas.

Activa los químicos de la felicidad en tu cerebro fácilmente:

Un proceso complejo ocurre siempre que experimentamos un pensamiento o sentimiento. En realidad, la felicidad es en gran medida una experiencia química. Neurocientíficos y endocrinólogos se han dado a la tarea de determinar que existen cuatro neuroquímicos, hormonas y neurotransmisores, generados en el cerebro:

  • Dopamina
  • Serotonina
  • Oxitocina
  • Endorfina

Estos son los responsables fundamentales de crear las sensaciones y emociones que asociamos con la felicidad. Es decir, existen maneras sencillas de aumentar esas sustancias químicas cerebrales “felices” y alterar nuestro estado de ánimo.

Los beneficios de estar feliz son tantos…!

Mejora la salud en general, reduce la velocidad de envejecimiento, fortalece nuestro sistema inmune, nos conecta con nuestra parte espiritual, nos hace uno con el amor universal, nuestra creatividad fluye más ¡y hacemos felices a los demás!

Estimula tus químicos de la felicidad y sé feliz!

Puedes aprender a estimular esas sustancias químicas sin los efectos secundarios de los medicamentos, logrando entender para qué sirve cada una y cual es su forma de trabajar en tu cuerpo.

1. Dopamina:

La dopamina juega un papel importante en la motivación y la recompensa. Si alguna vez has trabajado duro para alcanzar una meta, la satisfacción que sientes cuando la alcanzas se debe en parte a una avalancha de dopamina. Al acercarte a una recompensa, se desencadena en tu cerebro la producción de dopamina.

La expectativa de una recompensa desencadena una agradable sensación en el cerebro de los mamíferos y libera la energía necesaria para alcanzar la recompensa.

La dopamina te motiva a buscar, tanto si buscas un título de ingeniero, como un espacio de aparcamiento cerca de tu tienda favorita. La dopamina motiva la persistencia en la búsqueda de cosas que satisfagan tus necesidades. Con esto hay que tener cuidado de no caer en adicciones.

Como estimular esa agradable sensación que produce la dopamina:

  • Adopta un nuevo objetivo y da pequeños pasos hacia él cada día.
  • Determina pequeñas recompensas que obtendrás cada vez que cumplas un paso en tu objetivo principal.
  • Sal a caminar y da largos paseos vitalizantes bajo el sol.
  • Duerme lo suficiente, al menos 8 horas al día.
  • Escucha tu música favorita.
  • Adopta mascotas.

2. Serotonina:

La serotonina se involucrada en la forma en que procesas tus emociones, y lo que puede afectar tu estado de ánimo en general. Se asocia principalmente a la capacidad de creer en ti mismo y autovalorarte. La autoconfianza desencadena la producción de serotonina.

En la naturaleza, los monos intentan aventajarse entre sí porque eso estimula su serotonina. Las personas suelen hacer lo mismo. Nuestro cerebro humano premia el dominio social, porque eso estimula sus genes. Aunque te disguste, disfrutas de la agradable sensación de tener altos niveles de serotonina cuando te sientes respetado por los demás.

Tu cerebro busca más de esa sensación repitiendo los comportamientos que la provocaron en tu pasado. El respeto que obtuviste en tu juventud preparó las vías neuronales que le dicen a tu cerebro cómo obtener el respeto hoy. A veces, las personas lo buscan de una manera que socava su bienestar a largo plazo.

La solución no es descartar tu necesidad natural de estatus, porque necesitas la serotonina. En su lugar, puedes desarrollar tu creencia en tu propia valía.

Es probable que la gente te respete a escondidas, sin decírtelo. Céntrate en eso en lugar de buscar críticas y culpables. Todo el mundo tiene victorias y pérdidas. Si te centras en tus pérdidas, deprimirás tu serotonina, aunque seas una estrella del rock o un director general. Puedes crear el hábito de centrarte en tus victorias. Puede que pienses que es una tontería, pero tu serotonina se resentirá si no lo haces.

Formas de estimular la serotonina:

  • Trabaja en ti mismo, en tu valía personal
  • Cada cierto tiempo, detente y recuerda momentos bonitos, situaciones felices.
  • Respira profundo cada 15 minutos
  • Conéctate con la naturaleza
  • Haz ejercicios físicos
  • Agradece cada situación o cosa que llegue a ti
  • Ayuda a los demás

3. Oxitocina:

A menudo llamada la “hormona del amor” , la oxitocina es esencial para el parto, la lactancia y el fuerte vínculo entre padres e hijos. Esta hormona también puede ayudar a promover la confianza, la empatía y la vinculación afectiva en las relaciones. Los niveles de oxitocina generalmente aumentan con el afecto físico como los besos, los abrazos y el sexo.

La confianza en la vida y en los demás, también desencadena la oxitocina. Los vínculos sociales positivos estimulan la producción de oxitocina en el cerebro, el cual nos recompensa con una sensación de bienestar.

Sentir desconfianza en los demás, o haber sido traicionado, crea vías neuronales que te indican cuándo debes negar la confianza en el futuro. Pero si evitas la confianza todo el tiempo, te privas de oxitocina. Puedes estimularla construyendo la confianza conscientemente.

Crea expectativas realistas que ambas partes puedan cumplir. Cada vez que se cumplan tus expectativas, tu cerebro te recompensará con una buena carga de bienestar. Los pequeños pasos continuos construirán tus circuitos de oxitocina. Confía, confirma y vuelve a confiar, tanto en ti como en los demás.

Cómo estimular tu Oxitocina:

  • Abraza, abraza y abraza!
  • Crea vínculos afectivos con tus seres queridos.
  • Medita a diario
  • Haz caridad, ayuda a los demás
  • Come chocolate negro
  • Vuelve a abrazar a tus seres queridos!

4. Endorfina:

El dolor provoca endorfina… no es lo que esperas cuando oyes hablar del “subidón de endorfinas”. Pero los corredores no consiguen ese subidón a menos que sobrepasen sus límites hasta el punto de sufrir. La endorfina provoca una breve euforia que enmascara el dolor.

En la naturaleza, ayuda a un animal herido a escapar de un depredador. Sirvió a nuestros antepasados a correr en busca de ayuda cuando se lesionaban. La endorfina evolucionó para la supervivencia, no para la fiesta. Si estuvieras drogado con endorfina todo el tiempo, tocarías estufas calientes y caminarías con las piernas rotas.

La endorfina fue creada para las emergencias. Infligirte daño para estimular la endorfina es una mala estrategia de supervivencia. Afortunadamente, hay formas mejores: reírse y estirarse. Ambos sacuden tus entrañas de forma irregular, provocando un desgaste moderado y un flujo moderado de endorfinas.

Esta estrategia tiene sus límites. Una risa genuina no puede producirse a propósito, y un estiramiento vigoroso requiere de un poco de habilidad. Pero cuando crees en el poder de la risa y los estiramientos, creas oportunidades para activar tu endorfina de una manera más sana.

Puedes estimular tus endorfinas:

  • Ríe, busca vídeos y chistes que te ayuden a reír a carcajadas.
  • Estira tus músculos y huesos todo lo que puedas
  • Escucha música alegre
  • Mira películas tipo comedia
  • Respira profundo
  • Baila!

Construye nuevos hábitos para activar los químicos de la felicidad en tu cerebro!

Tu cerebro se conecta en el presente a partir de tus experiencias pasadas. Cada vez que tus neuroquímicos se activan, tus neuronas crean conexiones. La experiencia vivida a través de los años, te ha hecho activar las sustancias químicas de tu cerebro de la misma manera que se activaron en el pasado.

Cuando eres joven, tus neuronas construyen nuevas conexiones fácilmente. Después de los dieciocho años, no es fácil construir nuevos circuitos para que se enciendan los químicos de nuevas formas. Tienden a la repetición.

Por eso, debes elegir nuevos hábitos que promuevan los químicos de la felicidad en tu cuerpo, y empieza a repetirlos hasta que se consoliden. Con el tiempo, tus nuevos hábitos de felicidad te parecerán tan naturales como los antiguos, y no tendrás los desafortunados efectos secundarios.

La felicidad es en realidad una decisión. ¡Decide comenzar a ser feliz!

Por: Loubna Hatem ∼ Reencontrate.com


Loubna Hatem

Ingeniero Civil. Redactora digital SEO.